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Robert Boyle (1627 - 1691)

Actualizado: 1 sept 2023

Robert Boyle (1627 - 1691) fue un filósofo natural, químico, físico e inventor inglés, conocido por sus valiosas contribuciones en campos tan diversos como la química, la física y la experimentación científica. Su legado trasciende los límites de una disciplina específica, puesto que su genialidad y dedicación sentaron las bases para el desarrollo de la química moderna, al tiempo que influyeron en la evolución de la psicología experimental.



Vida y Obra de Robert Boyle

Robert Boyle nació el 25 de enero del año 1627 en el Castillo de Lismore, Condado de Waterford, Irlanda (Principe, 2023). Su nacimiento fue un acontecimiento de gran importancia, ya que provenía de una de las familias más acaudaladas y prominentes de Gran Bretaña (Sánchez, 2021). Conforme con Principe (2023), fue el decimocuarto hijo y séptimo hijo varón de Richard Boyle, el primer conde de Cork, y de su segunda esposa, Catherine Fenton, hija de Sir Geoffrey Fenton, secretario de Estado de Irlanda.

A los ocho años, comenzó su educación formal en el Colegio Eton, donde rápidamente se hizo evidente su naturaleza estudiosa (Principe, 2023). En el año 1639, él y su hermano Francis emprendieron un tour por el continente junto con su tutor Isaac Marcombes. No obstante, Principe (2023) menciona que, su aventura en el extranjero se vio interrumpida en el año 1642 debido a la rebelión irlandesa, momento en el cual Francis decidió regresar a su hogar, dejando a Robert en Ginebra junto a su tutor.

Regresó a Inglaterra en el año 1644, donde se estableció en su propiedad hereditaria de Stalbridge en Dorset (Principe, 2023). Inició una destacada trayectoria como escritor, plasmando su visión ética y devocional en una serie de tratados que resonaron con el público de la época. Según Principe (2023), sus obras literarias, algunas de las cuales se inspiraron en modelos estilísticos y retóricos de la literatura francesa, en particular los escritos románticos, cautivaron a sus lectores y dejaron una huella perdurable en la historia literaria.

Después de una serie de idas y venidas entre Irlanda e Inglaterra, en el año 1652 tomó la decisión de establecerse en una de sus fincas (Sánchez, 2021). Sin embargo, su estadía resultó ser breve, puesto que solo perduró durante dos años. En el año 1654, decidió regresar a Inglaterra, ya que consideraba que en Irlanda no se encontraban las condiciones óptimas para continuar con sus investigaciones científicas. En correspondencia con Sánchez (2021), Boyle consideraba que en aquella época no existían las facilidades necesarias para adquirir nuevos instrumentos químicos, y además, la población local carecía del conocimiento suficiente para comprender y valorar sus investigaciones y avances en el campo científico.

En el año 1659, él y Robert Hooke, el ingenioso inventor y posterior encargado de los experimentos de la Royal Society, completaron la construcción de su famosa bomba de aire y la utilizaron para estudiar la neumática (Principe, 2023). Sus descubrimientos resultantes sobre la presión del aire y el vacío aparecieron en la primera publicación científica de Boyle, "Nuevos Experimentos Físico - Mecánicos, Relativos al Resorte del Aire y sus Efectos" (1660). Conforme con Principe (2023), Boyle y Hooke descubrieron varias características físicas del aire, incluyendo su papel en la combustión, en la respiración y en la transmisión del sonido.

En el año 1661, presentó su segunda obra titulada "El Químico Escéptico", un hito trascendental que marcaría el punto de inflexión para el establecimiento de la química como una ciencia (Sánchez, 2021). El contenido de esta obra no solo resultó relevante, sino que también fue ampliamente destacado por la audacia con la que desafió las teorías predominantes de la época. Se sumergió en una crítica rigurosa y fundamentada de la teoría de los cuatro elementos propuesta por Aristóteles, según la cual, el agua, la tierra, el fuego y el aire eran los componentes básicos que se combinaban para formar la materia. Sánchez (2021) menciona que Boyle, en cambio, argumentó que la materia se componía de la combinación de unas partículas fundamentales.

En el año 1662, realizó un descubrimiento revolucionario que, con el tiempo, se conocería como la "ley de Boyle” (Principe, 2023). Esta ley, que se ha convertido en un pilar de la física de los gases, establece una relación inversa entre la presión y el volumen de un gas. El experimento consistió en medir el volumen ocupado por una cantidad fija de aire al ser comprimido con distintas cargas de mercurio. A medida que se aumentaba la presión al ejercer una fuerza mayor sobre el mercurio, se observaba una disminución proporcional en el volumen del gas. Por el contrario, según Principe (2023), al reducir la presión al disminuir la carga de mercurio, el volumen del gas se expandía en correspondencia.

En el año 1663 el grupo de filósofos se transformó en lo que hoy en día reconocemos como la prestigiosa Royal Society de Londres (Sánchez, 2021). Esta institución es considerada la sociedad científica más antigua del Reino Unido y una de las más longevas en toda Europa. Según Sánchez (2021), fue el propio rey de Inglaterra, Carlos II, quien le otorgó la distinción de ser miembro del consejo de la Royal Society en reconocimiento a sus notables contribuciones al ámbito científico.

En el año 1668, tomó la decisión de abandonar Oxford y establecerse en Londres, donde encontró refugio en la casa de su hermana Katherine Jones, ubicada en Pall Mall (Principe, 2023). Allí montó un laboratorio, donde contrató asistentes, recibió a visitantes y se dedicó a la publicación de libros relacionados con sus investigaciones. Fue en este entorno donde encontró una oportunidad para involucrarse en la Royal Society. De acuerdo con Principe (2023), el año 1680 se le ofreció la presidencia de la Royal Society, así como el obispado, pero rechazó ambos.

A partir del año 1689, su salud de comenzó a debilitarse y volverse más frágil, lo que lo llevó a alejarse gradualmente de la vida pública y a reducir su participación en la Royal Society (Sánchez, 2021). Este retiro gradual le permitió enfocarse en el legado que quería dejar como científico, planificando y desarrollando investigaciones químicas que pudieran ser continuadas por sus seguidores y contribuir al avance de la ciencia. A pesar de sus esfuerzos por cuidar de su salud, esta no mejoró y finalmente, el 31 de diciembre de 1691 murió a causa de una parálisis. En correspondencia con Sánchez (2021), su legado yace en la memoria de la comunidad científica, así como en el cementerio de la iglesia anglicana de St Martin-in-the-Fields, donde reposan sus restos.



Teoría del Conocimiento

Robert Boyle se distinguió por su enfoque empirista y su incansable búsqueda del conocimiento fundamentado en la observación y la experimentación (Silva & Martín, 2016). La visión empirista de Boyle, que defendía que el conocimiento se obtiene a través de la experiencia directa, tuvo un impacto significativo en la comprensión del ser humano y su relación con el mundo que lo rodea. Según sus planteamientos, la observación minuciosa y la experimentación rigurosa son los pilares para la construcción de un conocimiento sólido y fiable. Silva & Martín (2016) mencionan que, al enfatizar la objetividad como elemento fundamental en el proceso de adquisición del conocimiento, Boyle sentó las bases para el desarrollo de la psicología y otras disciplinas científicas.



Su Enfoque en la Psicología Experimental

Su legado en el campo de la psicología experimental es sumamente relevante y ha dejado una profunda huella en la comprensión de la mente y la conducta humana (Sánchez, 2021). De conformidad con Sánchez (2021), su enfoque científico y experimental sentó las bases para el estudio sistemático de estos fenómenos, permitiendo así avances significativos en la comprensión de cómo funcionan y se interrelacionan diferentes aspectos de la psicología.

Una de sus contribuciones fue la aplicación de la experimentación como método de investigación (Ceroni, 2011). A través de experimentos, investigó y analizó los procesos mentales con mayor precisión y rigurosidad (Ceroni, 2011). Estos experimentos resultaron fundamentales para desvelar los misterios de la percepción, la memoria y otros aspectos cruciales de la psicología (Sánchez, 2021). En lo que respecta a la percepción visual, demostró que la percepción de la profundidad se basa en la convergencia de los ojos (Ceroni, 2011). Según Ceroni (2011), este descubrimiento fue un hito en la comprensión de cómo el sistema visual interpreta y procesa la información del entorno, brindando una visión tridimensional del mundo.

Asimismo, sus experimentos en el ámbito de la memoria también fueron relevantes y aportaron valiosos conocimientos a esta área de estudio (Ceroni, 2011). A través de sus investigaciones, demostró de manera empírica que la repetición es una técnica efectiva para mejorar la retención de información en la memoria. En correspondencia con Ceroni (2011), este hallazgo tiene implicaciones significativas en el ámbito educativo y en la optimización de estrategias de aprendizaje, puesto que muestra que la repetición puede ser una herramienta poderosa para fomentar el almacenamiento y la recuperación de conocimientos.



Sobre la Mente y el Alma

Además de sus importantes contribuciones científicas, también se sumergió en el fascinante estudio de la mente humana y su intrincada relación con el cuerpo. En relación a su perspectiva acerca de la mente y el alma, sostenía firmemente que estas eran entidades distintas y separadas (Dimitrov, 2014). Según su visión, la mente era una entidad inmaterial que residía en el cerebro y tenía la capacidad de pensar y razonar, mientras que el alma, según Dimitrov (2014), era una entidad inmortal que habitaba en el cuerpo y se consideraba responsable de la vida y la conciencia.

No obstante, no se conformó con postular estas ideas, sino que también creía que tanto la mente como el alma eran objetos de estudio dentro del ámbito científico (Dimitrov, 2014). Dimitrov (2014) menciona que para Boyle, estas entidades podían ser exploradas y comprendidas a través de métodos basados en la observación y la experimentación rigurosa. Con una mente científica incansable, estaba convencido de que tanto la química como la física ofrecían las herramientas necesarias para indagar en la naturaleza esencial de la mente y el alma, permitiendo así una mejor comprensión de su funcionamiento y sus complejas interacciones.



Referencias

  1. Ceroni G., M. (2011). Rememorando a Robert Boyle: En el Año Internacional de la Química - 2011. Revista de la Sociedad Química del Perú, 77(1), 7–10. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1810-634X2011000100001&script=sci_arttext

  2. Dimitrov, T. (2014). La Dimensión Espiritual de Grandes Científicos. Universidad Iberoamericana. https://ibero.mx/web/filesd/publicaciones/la_dimension_espiritual.pdf

  3. Principe, L. M. (2023). Robert Boyle. En Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/biography/Robert-Boyle

  4. Sánchez, E. (2021, noviembre 27). Robert Boyle: Biografía y Aportes de Este Investigador. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/robert-boyle

  5. Silva, C., & Martín, L. T. (2016, febrero 24). Robert Boyle y John Locke: Mecanismo, Percepción y Teoría de las Ideas. Redalyc.org. https://www.redalyc.org/journal/414/41449296006/html/

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