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Aristóteles (384 - 322 a.C.)

Actualizado: 2 abr

La filosofía occidental tiene sus cimientos en las ideas de tres grandes filósofos griegos antiguos: Sócrates, Platón y Aristóteles (Ruiza, Fernández & Tamaro, 2004). A pesar de su conexión única, cada uno tomó su propio camino, y fue Aristóteles quien consolidó sus esfuerzos, ejerciendo una influencia duradera en filosofía, teología y prácticamente todas las disciplinas científicas y humanísticas (Ruiza, Fernández & Tamaro, 2004). De hecho, de acuerdo con Guerri (s.f.), Aristóteles puede ser considerado como el verdadero padre de la psicología, puesto que, fue el responsable del marco teórico y filosófico que contribuyó al desarrollo temprano de esta disciplina.

El legado de Aristóteles (384 - 322 a.C.) en la psicología se ve reflejado en su libro, "De Anima", que puede ser considerado como el primer tratado de psicología (Guerri, s.f.), abordando no solo aspectos metafísicos, sino también cuestiones relacionadas con la percepción y la memoria (Aguirre, 2017). De hecho, en correspondencia con Aguirre (2017), dedicó un estudio especial al análisis de la memoria, conceptualizándola como la capacidad de reproducir representaciones ya existentes, abriendo así las puertas a una exploración más detallada de la psicología y su conexión con la cognición humana.



Biografía

Aristóteles de Estagira nació en Macedonia en el año 384 a.C., en lo que actualmente se conoce como el norte de Grecia (Shields, 2000). Su padre, Nicómaco, fue el médico personal del monarca macedonio Amintas III, padre de Felipe II y abuelo de Alejandro Magno, dos personajes tuvieron un impacto significativo en la vida del erudito (de Medici, 2020). En correspondencia con Ruiza, Fernández & Tamaro (2004), tanto su padre como su madre, Festis, pertenecieron a la familia de los Asclepíades, quienes afirmaban descender del dios fundador de la medicina, transmitiendo su conocimiento de generación en generación.

Después de la muerte de su padre, en el año 367 a.C., el joven Aristóteles fue confiado a la tutela de su pariente Proxeno, quien reconoció su extraordinario intelecto y su insaciable curiosidad (de Medici, 2020). Así pues, de conformidad con Kenny (2021), Aristóteles emigró a Atenas, donde se unió a La Academia de Platón, en la cual permaneció alrededor de 20 años.

Aristóteles siempre expresó su profundo reconocimiento hacia Platón, adoptando gran parte de su agenda filosófica (Kenny, 2021). Su enseñanza, lejos de repudiar las doctrinas de Platón, se percibe más como una modificación de las mismas. Sin embargo, a diferencia de Platón, Aristóteles se destacó por su enfoque pragmático, orientado a estudiar el mundo tangible, observable y comprensible (de Medici, 2020). Por tanto, en correspondencia con Kenny (2021), esta perspectiva llevó a Aristóteles a distanciarse de la teoría de las ideas de Platón.

Cuando Platón falleció alrededor del año 348 a.C., su sobrino Espeusipo asumió la dirección de La Academia (Kenny, 2021). Las narrativas tradicionales sostienen que Aristóteles abandonó Atenas debido a su insatisfacción con la gestión de La Academia (Guerri, s.f.). Sin embargo, según Guerri (s.f), también se sugiere que su partida estuvo motivada por inquietudes relacionadas con sentimientos anti - macedonios, llevándolo a irse antes de la muerte de Platón.

Posteriormente, emigró a Assus, una ciudad en la costa noroeste de Anatolia, en la actual Turquía, donde Hermias, un graduado de La Academia, era gobernante (Kenny, 2021). En este lugar, estableció una estrecha amistad con Hermias y eventualmente contrajo matrimonio con su pupila Pythias, con quien tuvo una hija. Durante su tiempo en Assus, Aristóteles colaboró con Hermias para negociar una alianza con Macedonia, lo que provocó la furia del rey persa, llevando a la traicionera detención y ejecución de Hermias (Kenny, 2021). Ruiza, Fernández & Tamaro (2004) cuentan que, tras el homicidio de Hermias en el año 345 a.C., Aristóteles se estableció en Mitilene, donde, junto a Teofrasto, se dedicó al estudio de la biología.

En el año 343 a.C., Felipe II de Macedonia extendió una invitación a Aristóteles para asumir el papel de tutor de su hijo, Alejandro Magno, relación que duró aproximadamente de dos a tres años (Guerri, s.f.). Kenny (2021) menciona que, aunque la información sobre el contenido de la instrucción de Aristóteles es limitada, se destaca que la Retórica a Alejandro, que formaba parte del corpus aristotélico durante siglos, es ahora comúnmente considerada como una falsificación.

Alrededor del año 335 a.C., Aristóteles regresó a Atenas, donde se dedicó al estudio y la enseñanza de diversos temas, entre ellos la lógica, la epistemología, la física, la biología, la ética política y la estética (Guerri, s.f.). De conformidad con de Medici (2020), durante este período, su esposa Pythias falleció, marcando el inicio de una nueva relación con Herpilis, posiblemente su sirvienta; aunque no existen pruebas de matrimonio, ella le dio su segundo hijo, Nicómaco.

En Atenas, estableció su propia escuela llamada El Liceo, donde, durante los siguientes doce años, impartió varios cursos (Guerri, s.f.). Rápidamente se le acercaron un gran número de discípulos, a quienes llamó "peripatéticos" (de Medici, 2020). Según de Medici (2020), fue durante este período donde Aristóteles escribió la mayoría de sus obras, inicialmente como material de conferencias, posteriormente compiladas por discípulos y seguidores del pensamiento aristotélico.

Durante los años de Aristóteles en El Liceo, su relación con su antiguo alumno Alejandro aparentemente se enfrió (Kenny, 2021). A medida que Alejandro desarrollaba una creciente megalomanía, llegando incluso a autoproclamarse divino y exigir la adoración de los griegos, surgió una resistencia encabezada por Calístenes, sobrino de Aristóteles y designado como historiador de la expedición asiática de Alejandro por recomendación del propio filósofo. Trágicamente, Calístenes fue falsamente acusado de conspiración y ejecutado (Kenny, 2021). Según de Medici (2020), la pérdida de su sobrino marcó el distanciamiento definitivo de Aristóteles con su famoso discípulo, lamentando la transformación de este último en un tirano.

Cuando Alejandro falleció en el año 323 a.C., la presencia de los macedonios generó tensiones en la democrática Atenas, incluso entre aquellos que se oponían al imperialismo (Kenny, 2021). Aunque hay poca evidencia, hay creencias arraigadas de que el filósofo Aristóteles desempeñó un papel crucial en la muerte de Alejandro (Guerri, s.f.). A pesar de mantenerse completamente distante de su antiguo discípulo, Aristóteles consideró prudente abandonar Atenas, ya que enfrentaba acusaciones de blasfemia, el mismo crimen que llevó a la muerte a Sócrates por la radical democracia ateniense (de Medici, 2020). De acuerdo con Kenny (2021), este filósofo expresó su deseo de que la ciudad, que había condenado a Sócrates, no pecara nuevamente contra la filosofía, por tanto, huyó a Calcis, donde murió al año siguiente.

Su testamento que sobrevive, hace una provisión cuidadosa para un gran número de amigos y dependientes (Kenny, 2021). A Teofrasto, su sucesor como director de El Liceo, dejó su biblioteca, que incluía sus propios escritos de gran amplitud. Aunque las obras sobrevivientes de Aristóteles suman alrededor de un millón de palabras, representan probablemente solo una quinta parte de su producción total (Kenny, 2021). Finalmente, según de Medici (2020), después de la muerte del fundador, la escuela peripatética orientó su enfoque hacia las ciencias naturales, mientras que otras escuelas prestaron mayor atención a las ciencias sociales.



La Psicología Positiva

Aunque la psicología positiva ha encontrado su lugar en las estanterías, la esencia que la impulsa no es precisamente novedosa (Lemos, 2018). De hecho, algunas de las ideas que conforman este campo de estudio tienen sus raíces en la filosofía de Aristóteles (Crego, 2018). En particular, de acuerdo con Crego (2018), las fortalezas del carácter, vinculadas a la felicidad y la satisfacción vital, presentan similitudes con la ética de las virtudes aristotélicas, las cuales, son propiedades que pueden ejercer una influencia positiva en el comportamiento.

En muchos casos, se percibe a esta literatura como algo ilusorio, ya que algunos autores no dudan en exagerar su impacto, dando la impresión de que adoptar los principios de la psicología positiva abrirá un mundo de experiencias agradables, como si hubieran eliminado todas las espinas de las rosas (Lemos, 2018). Esto se debe a que el objetivo de esta literatura es transmitir el positivismo y contribuir a la felicidad de los lectores. Sin embargo, según Lemos (2018), estos libros no reemplazan, en modo alguno, la gran ayuda que ofrecen los psicólogos en sus consultas.



El Alma

En ese momento, la concepción predominante dividía el universo en dos mundos: el mundo de las ideas, caracterizado por su perfección e irrealidad, y el mundo material, el ámbito tangible y menos que perfecto (Guerri, s.f.). No obstante, de correspondencia con Guerri (s.f.), Aristóteles sostenía la existencia de un único mundo, el real, al considerar la naturaleza como algo sagrado, donde todas las cosas podían manifestarse de dos maneras: en acto, cuando todas sus propiedades se expresan simultáneamente, y en potencia, cuando dichas propiedades aún no se han desarrollado, pero están destinadas a emerger en el futuro.

De la misma forma, Aristóteles demostró un interés significativo en desentrañar la conexión entre los procesos psicológicos y los fenómenos fisiológicos subyacentes, por tanto, postuló que el cuerpo y la mente son distintos aspectos de la misma existencia, siendo la mente una de las funciones del cuerpo (Guerri, s.f.). Según Aristóteles, el alma no constituía una sustancia separada, sino que siempre estaba intrínsecamente ligada a un cuerpo específico; no existía alma sin cuerpo. Según Ribes (2004) el alma se consideraba un predicado de un tipo especial de cuerpo: aquellos cuerpos vivos capaces de auto - nutrición, crecimiento y corrupción.

Asimismo, Aristóteles vio en el alma la actividad más elevada del cuerpo humano, a la que llamó realidad o entelequia (Aguirre, 2017). De esta manera, al igual que las facultades sensoriales son esenciales para ser un animal, tener una mente es esencial para ser un ser humano (Shields, 2000). Sin embargo, las mentes humanas no se limitan a comprender; de acuerdo con Shields (2000), es igualmente crucial para los seres humanos planificar, deliberar, reflexionar sobre alternativas, elaborar estrategias y, en general, trazar cursos de acción.

Según el pensameinto de este filósofo, el alma presenta una parte superior, denominada nous, que no tiene principio ni fin, y que él identifica como el intelecto (Aguirre, 2017). Esta entidad intelectual se divide en dos componentes: el intelecto pasivo y el intelecto activo (Guerri, s.f.). A excepción de esta porción, todas las demás partes del alma se deterioran hasta la muerte, de manera análoga al cuerpo mismo (Aguirre, 2017). En correspondencia con Shields (2000), la investigación del alma tiene una importancia especial para Aristóteles, ya que al estudiar la mente, se adentra en la esencia que distingue a los seres humanos.

Aristóteles concebía la existencia de tres tipos de almas, cada una correspondiente a los diferentes seres vivos (Aguirre, 2017). En primer lugar, el alma vegetativa, presente en los vegetales, se centra en la supervivencia a través de procesos como la nutrición y la reproducción. En segundo lugar, el alma sensitiva, atribuida a los animales, permite experimentar sensaciones y dolor. Como destacado discípulo de Platón, explora las facultades de esta alma, vinculando funciones mentales con valor biológico, como la búsqueda del placer, la evitación del dolor, la imaginación, la memoria y el movimiento como respuesta al deseo. Finalmente, identifica el alma racional, exclusiva de los seres humanos, cuyo propósito es la búsqueda del conocimiento, la comprensión del bien y del mal, así como la búsqueda de la felicidad. Según Aguirre (2017), Aristóteles sostiene que es esta tercera capacidad del alma racional la que puede trascender más allá de la muerte, mientras que las otras dos inevitablemente perecen con el cuerpo.



La Teoría del Conocimiento

En la historia de la filosofía, la teoría del conocimiento de Aristóteles emerge como un componente intelectual de suma relevancia en la edificación de la cultura occidental (Torres, s.f.). Esta significativa contribución radica en la concepción aristotélica de que los procesos cognitivos se despliegan a través de los sentidos. Asimismo, el filósofo sostenía la idea de que la mente al nacer es como una pizarra en blanco, atribuyendo todo conocimiento al proceso de aprendizaje (Guerri, s.f.). Además, en correspondencia con Guerri (s.f.), el aprendizaje, según Aristóteles, está intrínsecamente vinculado a la memoria, la cual opera en función de la similitud, es decir, cuando las personas establecen conexiones entre elementos afines; el contraste, que se manifiesta cuando individuos perciben diferencias y la continuidad, entendida como la capacidad de recordar eventos o conceptos que comparten tiempo y espacio.



La Motivación

Aristóteles respaldó la idea de que la motivación humana se rige por dos fuerzas fundamentales: la atracción hacia lo placentero y la aversión hacia lo desagradable (Guerri, s.f.). En términos simples,la mente dirige a las personas hacia lo placentero y las aparta de lo desagradable. Por tanto, en correspondencia con Guerri (s.f.), el objetivo final de cualquier motivación es alcanzar la felicidad, y este logro se materializa a través de la búsqueda constante de la automejora, es decir, el proceso mediante el cual la persona se vuelve más perfecta y completa.



Las Teorías de Aristoteles Actualmente

Aristóteles se destaca como uno de los filósofos griegos más memorables en la historia (Torres, s.f.). De acuerdo con Martínez (s.f.), abordar el legado de Aristóteles se revela como una tarea casi colosal, esto se debe a que gran parte de las ciencias altamente desarrolladas en la actualidad no habrían alcanzado su nivel actual, o al menos no lo habrían hecho tan rápidamente, de no ser por los métodos de recolección de datos y observación sistemática propuestos por Aristóteles.

Además, las perspectivas de Aristóteles sobre cuestiones psicológicas han dejado una huella profunda en los conocimientos sobre el comportamiento humano a lo largo de los siglos (Guerri, s.f.). Especialmente, sus doctrinas han influido significativamente en las premisas occidentales sobre el aprendizaje y la motivación (Guerri, s.f.). Así, Aristóteles emerge como un pilar y precursor de la psicología moderna, a pesar de haber centrado sus estudios en el alma en lugar de la mente (Aguirre, 2017). De la misma forma, según Martínez (s.f.), supuso un gran impulso para la física, la biología, la astronomía, pero también para otras disciplinas, como la política y la economía.

Al igual que Platón, su trabajo en la filosofía epistemológica sentó las bases de la cultura occidental bajo la influencia del cristianismo, que, en la Edad Media, articuló sus explicaciones sobre la naturaleza usando el pensamiento de este filosofo (Torres, s.f.). Aunque la influencia de la iglesia ya no es tan evidente hoy en día, muchos de los elementos utilizados para formar su doctrina siguen siendo válidos, y el pensamiento de Aristóteles es uno de ellos. De hecho, conforme con Torres (s.f.), desde el Renacimiento, mientras se cuestionaba si el conocimiento era una revelación divina, también se fortalecían los principios de Aristóteles, de modo que una de las corrientes principales de la filosofía, como por ejemplo el empirismo, se atribuye íntegramente a las obras de Aristóteles.



Referencias

  1. Aguirre, E. (2017). Aristóteles, la filosofía y la psicología. Desde el estudio del alma a la colonización de subjetividades. Derechoareplica.org. Recuperado 7 April 2021, a partir de https://derechoareplica.org/index.php/filosofia/1089-aristoteles-la-filosofia-y-la-psicologia-desde-el-estudio-del-alma-a-la-colonizacion-de-subjetividades

  2. Crego, A. (2018). Aristóteles y la Psicología Positiva. Investigación y Ciencia. Recuperado 7 April 2021, a partir de https://www.investigacionyciencia.es/blogs/psicologia-y-neurociencia/52/posts/aristteles-y-la-psicologa-positiva-16192

  3. de Medici, A. (2020). Aristóteles, el pensador polifacético. historia.nationalgeographic.com.es. Recuperado 30 May 2021, a partir de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/aristoteles-pensador-polifacetico_15153

  4. Guerri, M. Biografía de ARISTÓTELES (384-322 a. C.). PsicoActiva.com: Psicología, test y ocio Inteligente. Recuperado 7 April 2021, a partir de https://www.psicoactiva.com/biografias/aristoteles/

  5. Kenny, A. (2021). Aristotle | Biography, Works, Quotes, Philosophy, Ethics, & Facts. Encyclopedia Britannica. Recuperado 29 May 2021, a partir de https://www.britannica.com/biography/Aristotle

  6. Lemos, R. (2018). Aristóteles y su influencia en la psicología positiva. La Mente es Maravillosa. Recuperado 7 April 2021, a partir de https://lamenteesmaravillosa.com/aristoteles-y-su-influencia-en-la-psicologia-positiva/

  7. Martínez, L. Aristóteles: biografía de uno de los referentes de la filosofía griega. Psicologiaymente.com. Recuperado 30 May 2021, a partir de https://psicologiaymente.com/biografias/aristoteles

  8. Ribes, E. (2004). BEHAVIOR IS ABSTRACTION, NOT OSTENSION: CONCEPTUAL AND HISTORICAL REMARKS ON THE NATURE OF PSYCHOLOGY. Behavior.org. Recuperado 30 May 2021, a partir de http://www.behavior.org/resources/147.pdf

  9. Ruiza, M., Fernández, T., & Tamaro, E. (2004). Aristóteles. Biografía. Biografiasyvidas.com. Recuperado 30 May 2021, a partir de https://www.biografiasyvidas.com/monografia/aristoteles/

  10. Torres, A. ​La teoría del conocimiento de Aristóteles, en 4 claves. Psicologiaymente.com. Recuperado 7 April 2021, a partir de https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-conocimiento-aristoteles

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