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Estilos de Crianza y Rendimiento Académico

Foto del escritor: Juliana EljachJuliana Eljach

Actualizado: 27 ene

La familia desempeña un papel central dentro del ámbito sociocultural del niño, ya que representa para él un todo integral y se erige como un modelo en términos de conducta, disciplina y actitudes, lo que la posiciona como un factor determinante en la configuración de su vida (Mendoza et al., 2019). En este contexto, la familia no solo transmite normas, valores, derechos y deberes, sino que también cumple la función esencial de preparar y formar al individuo para que asuma su rol dentro de la sociedad de manera adecuada y efectiva. De esta forma, la familia se constituye en la dimensión más cercana y relevante en la vida de cada persona. Según Mendoza, et al. (2019), es en este núcleo donde el ser humano inicia su proceso de socialización, adquiere herramientas fundamentales y, eventualmente, se prepara para interactuar y participar en otros sistemas sociales, como la escuela, contribuyendo así al desarrollo de su integración en la comunidad.



Crianza y el Proceso de Socialización

Los padres constituyen los principales agentes de socialización durante los primeros años de vida de los niños y niñas, un proceso que se diferencia de otros tipos de socialización debido a los lazos de parentesco que generan vínculos afectivos profundos entre cuidadores e hijos (Vega, 2020). Por consiguiente, de conformidad con Vega (2020), la socialización es un componente esencial en la crianza, ya que establece las bases para el desarrollo emocional y social del individuo.

El fortalecimiento de la seguridad, la estabilidad emocional y la construcción de una autoestima saludable son algunos de los beneficios clave de una socialización adecuada desde la infancia (Vega, 2020). Estos aspectos dependen en gran medida de la interacción entre los miembros de la familia, que actúa como un núcleo determinante en la transmisión de normas, valores y actitudes. En consecuencia, en correspondencia con Vega (2020), tanto los padres como la escuela ejercen una influencia significativa al moldear la personalidad de los niños y niñas, preparándolos para desempeñarse como agentes activos dentro de la sociedad.

La familia, encabezada por los padres, desempeña un papel central en la creación de espacios de socialización que responden a los cambios del entorno social (Vega, 2020). Estos espacios proporcionan a los niños recursos emocionales y de apoyo que les permiten integrarse de manera efectiva en contextos educativos, políticos, culturales y religiosos (Vega, 2020). Además, la interacción frecuente con cuidadores principales, educadores, familiares y amigos contribuye a construir un entorno protector que fomenta la crianza basada en la tolerancia, el amor y la estabilidad emocional (Salvia & Tuñón, 2011). De acuerdo con Salvia & Tuñón (2011), este marco de apoyo garantiza a los niños las condiciones necesarias para socializar y desarrollar una estructura básica de confianza, esencial para su desarrollo integral.



Participación de los Padres en el Proceso de Aprendizaje

La familia desempeña un papel crucial en la formación educativa, ya que, frente a los constantes cambios del entorno, es necesario adaptar los procesos educativos para responder a las necesidades actuales (Pedraza, et al., 2017). Es en el seno familiar donde los hijos e hijas comienzan a desarrollar habilidades comunicativas y a establecer relaciones con su entorno inmediato, compuesto principalmente por sus padres y hermanos (Vega, 2020). Estos últimos actúan como modelos de comportamiento, creencias y valores, mientras que los padres no solo satisfacen las necesidades básicas de los niños, sino que también fomentan su bienestar emocional y desarrollo psicológico. Adicionalmente, según Vega (2020), la familia socializa normas, inculca valores y contribuye a la formación de niños autónomos e independientes.

En este sentido, la familia establece una colaboración con los docentes desde el inicio de la vida escolar, funcionando como un soporte esencial para el proceso de aprendizaje (Vega, 2020). De manera que,la familia, al ser la primera escuela de los hijos, actúa como una base que puede impulsar tanto el éxito como el fracaso, proporcionando los cimientos para los aprendizajes posteriores (Vega, 2020). En resumen, Pedraza, et al. (2017) destacan que la familia y la escuela conforman una dupla indispensable. Mientras que la familia aporta un conocimiento intuitivo y profundo de los niños y niñas, la escuela se encarga de ofrecer herramientas científicas y técnicas pedagógicas para la adquisición de conocimientos, dentro de un proceso educativo integral.



Rendimiento Académico

El rendimiento académico de los estudiantes está profundamente influenciado por el equilibrio emocional y afectivo, aspectos que tienen una conexión directa con el entorno familiar (Mendoza, et al., 2019). De acuerdo con Mendoza, et al. (2019), la familia desempeña un papel crucial en la formación del individuo, ya que las experiencias vividas y las actitudes desarrolladas a lo largo del tiempo contribuyen significativamente a modelar la personalidad, fortaleciendo no solo su formación académica y profesional, sino también las relaciones interpersonales dentro del núcleo familiar.

Por otro lado, el rendimiento académico es una manifestación del conocimiento que los estudiantes adquieren durante su preparación académica y su capacidad para responder a los diversos factores que inciden en su formación (Vega, 2020). ste desempeño se evalúa mediante recursos implementados por los docentes, como lecciones, trabajos o entrevistas, los cuales permiten medir el nivel de conocimiento alcanzado. En este contexto, tanto el docente como el estudiante se convierten en elementos clave del proceso educativo, cuyo principal escenario es el aula de clases (Vega, 2020. Además, Sinisterra (2019) señala que el rendimiento académico puede clasificarse como alto o bajo dependiendo de los logros obtenidos por el estudiante.

Desde esta perspectiva, el rendimiento académico se concibe como el resultado máximo alcanzado por un estudiante dentro del proceso de enseñanza - aprendizaje, entendido como una dimensión multifactorial (Vega, 2020). Entre los factores que influyen en este desempeño destacan la motivación para el estudio, el interés, el compromiso individual y, especialmente, los elementos relacionados con el entorno familiar. En este sentido, según Vega (2020), es importante que la comunidad educativa, compuesta por directivos, docentes, estudiantes y padres de familia, tenga la capacidad de identificar de manera oportuna cualquier conflicto que pueda obstaculizar el desarrollo académico de los estudiantes.



Efectos del Estilo Parental Sobre el Rendimiento Académico

Las prácticas educativas desempeñan un papel fundamental en la labor de los padres al educar y criar a sus hijos (Vegas, 2020). Sin embargo, conforme con Vegas (2020), muchas de estas prácticas resultan inadecuadas en la relación padre - hijo, ya que están influenciadas por características individuales de los padres, como su personalidad, factores sociales y culturales, así como el valor que atribuyen a la educación y formación de sus hijos para prepararlos para la vida.

Un estudio realizado por Ortiz y Moreno (2016) evidenció diferencias significativas en el rendimiento académico de estudiantes según el estilo educativo adoptado por sus padres. Los padres que comparten un estilo autoritario tienen hijos en su mayoría con buenos y excelentes logros, similar al estilo democrático, y la mayor diferencia está con el estilo negligente. Por otra parte, demostraron que el rendimiento escolar de los hijos de padres con diferentes estilos de crianza no difiere significativamente.

Estos hallazgos sugieren que cuando ambos padres comparten un mismo estilo de crianza, sus hijos desarrollan un patrón cognitivo consistente, con consecuencias tanto positivas como negativas, dependiendo del estilo adoptado. Por el contrario, en el caso de estudiantes cuyos padres presentan estilos de crianza divergentes, el rendimiento escolar varía ampliamente, desde niveles excelentes hasta deficientes, influido no solo por la discrepancia en los estilos educativos, sino también por la interacción de otras variables. Es importante destacar que el estilo negligente constituye el factor con mayor impacto negativo en el desempeño académico de los niños.

En conclusión, el estilo de crianza se erige como una variable determinante en el rendimiento académico de los estudiantes. Dentro de los distintos enfoques, el estilo democrático se presenta como el más beneficioso, ya que no solo fomenta un buen rendimiento escolar, sino que también promueve un desarrollo integral y saludable en todos los ámbitos de la vida de los niños y niñas.



Factores que Influyen en el Rendimiento Académico

Factores Institucionales

Estos factores externos afectan significativamente el desempeño académico al interactuar con los estudiantes (Vega, 2020). Incluyen elementos como la metodología utilizada por el centro educativo, el número de estudiantes por grupo, los horarios establecidos, el tamaño de los grupos escolares, la disponibilidad de recursos como libros en la biblioteca, los aspectos relacionados con la carrera académica elegida por los estudiantes y el entorno institucional en general. Según Vega (2020), algunas de estas variables pueden optimizarse en un contexto educativo, como la modificación de horarios o la disminución del número de alumnos por clase, lo que impacta de manera positiva en la calidad del aprendizaje.

Factores Pedagógicos

Esta categoría abarca los componentes teóricos y prácticos que permiten transmitir los contenidos del currículo de forma efectiva (Ramírez et al., 2020). Su desarrollo depende tanto de la experiencia educativa acumulada como de la innovación metodológica aplicada (Ramírez et al., 2020). Estos factores están directamente relacionados con el rol que desempeña el docente, los métodos de enseñanza implementados, las estrategias de evaluación y los materiales didácticos utilizados (Vega, 2020). Además, de acuerdo con Vega (2020), se incluyen aspectos como la motivación que reciben los estudiantes y el tiempo dedicado a preparar actividades y lecciones, los cuales influyen directamente en el nivel de participación y comprensión del alumnado.

Factores Psicosociales

Entre los factores psicosociales se encuentran aquellos vinculados a la personalidad y emociones del estudiante, como la autoestima, la seguridad, el estado emocional y la percepción del valor del estudio  (Vega, 2020). Estos elementos también se ven influenciados por el significado que el docente proyecta en el proceso de aprendizaje. Según Vega (2020), el compromiso del estudiante hacia sus actividades escolares, combinado con sus habilidades y actitudes, le permite valorar sus logros académicos, reconociendo su esfuerzo como un motor para alcanzar nuevas metas.

Factores Sociodemográficos

Esta categoría está relacionada con las exigencias sociales y culturales en las que los estudiantes se encuentran inmersos, considerando elementos externos vinculados a su contexto familiar y social (Ramírez et al., 2020). Factores como el lugar de residencia, el nivel académico de los padres, el nivel socioeconómico y el tipo de institución educativa tienen un impacto directo en el desempeño académico (Vega, 2020). Asimismo, según Vega (2020), aspectos culturales, como las desigualdades de género que degradan la posición de la mujer y subestiman su capacidad intelectual, representan un desafío adicional que puede influir en el éxito o fracaso escolar.



Referencias

  1. Mendoza, K., Montoya, Y. A., Montánchez, M. L., Montañez, J. M., & Bautista, M. J. (2019). Efectos de las Prácticas de Crianza Sobre el Rendimiento Académico y su Contribución a la Terapia Psicológica. Sociedad Venezolana De Farmacología Clínica Y Terapéutica. Retrieved December 13, 2022, from https://www.redalyc.org/journal/559/55962867016/html/

  2. Ortiz, M. de la L., & Moreno, O. (2016). Estilos Parentales: Implicaciones Sobre el Rendimiento Escolar en Alumnos de Educación Media. Revista Digital Internacional De Psicología Y Ciencia Social. Recuperado 24 de enero de 2023, de https://cuved.unam.mx/revistas/index.php/rdpcs/article/view/61/109

  3. Pedraza, A.P., et al. (2017). Familia y Escuela: Dos Contextos Comprometidos con la Formación en Ciclo III de la Educación Básica. Universidad Santo Tomás. Recuperado 6 de febrero de 2023, de https://www.redalyc.org/journal/5155/515558054003/html/

  4. Ramirez, R., et al. (2020). ¿Qué Factores Podrían Afectar el Rendimiento Académico en Educación Primaria? VII Jornadas Iberoamericanas de Innovación Educativa en el Ámbito de las TIC y las TAC. Recuperado 6 de febrero de 2023, de https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/76608/2/que_factores_podrian_afectar.pdf

  5. Salvia, A., & Tuñón, I. (2011). La Primera Infancia: Importancia del Proceso de Crianza y Socialización Para el Sano Desarrollo. Acta Académica. Recuperado 24 de enero de 2023, de https://www.aacademica.org/agustin.salvia/72

  6. Sinisterra, J. (2019). Caracterización de los Estilos Parentales de Crianza y el Rendimiento Académico en Adolescentes de 12 Años de Edad, que Asisten a la Institución Educativa Técnico Industrial Pedro Antonio Molina, Sede Inmaculada Concepción. Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium. https://repository.unicatolica.edu.co/bitstream/handle/20.500.12237/1337/CARACTERIZACIÓN_ESTILOS_PARENTALES_CRIANZA_RENDIMIENTO_ACADÉMICO_ADOLESCENTES_12_AÑOS_EDAD_QUE_ASISTEN_INSTITUCIÓN_EDUCATIVA_TÉCNICO_INDUSTRIAL_PEDRO_ANTONIO_MOLINA_SEDE_INMACULADA_CONCEPCIÓN.pdf?sequence=1&isAllowed=y

  7. Vega, M.F. (2020). Estilos de Crianza Parental en el Rendimiento Académico. Scielo. Recuperado 13 de septiembre de 2022, de http://scielo.senescyt.gob.ec/pdf/podium/n37/2588-0969-podium-37-89.pdf

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