Crianza, Comunicación y Rendimiento Académico
- Juliana Eljach
- 15 jun 2023
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 28 mar
En la vida se establecen diversas relaciones en ámbitos como el trabajo, la escuela, las amistades y, especialmente, en el entorno familiar (Cerón & Merchán, 2017). En este contexto, la familia representa el primer escenario en el que los niños aprenden a interactuar; por ello, los cuidadores asumen la responsabilidad de educar, formar y guiar a sus hijos (Cerón & Merchán, 2017; Vega, 2020). Sin embargo, en determinadas ocasiones se replican patrones de crianza recibidos o se opta por enfoques contrarios a las experiencias vividas, lo que no siempre resulta beneficioso (Vega, 2020). Por consiguiente, según Vega (2020), es fundamental que se preste atención al estilo de crianza, puesto que este influye significativamente en el desarrollo y adaptación de los individuos.
El Papel de la Familia en el Rendimiento Académico
El rendimiento académico, entendido como el nivel de aprendizaje alcanzado por el estudiante a partir de su capacidad para asimilar el plan de estudios y desarrollar habilidades, destrezas e intereses en el entorno educativo, se constituye en un indicador fundamental para evaluar el éxito o fracaso académico mediante las calificaciones obtenidas (Cerón, Merchán & Cortes, 2018). Sin embargo, de conformidad con Cerón, Merchán & Cortes (2018), dicho rendimiento no depende exclusivamente de la dedicación o las capacidades del estudiante, sino que está influenciado por diversos factores sociales, institucionales y familiares.
En este sentido, la familia desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las habilidades que influyen en el rendimiento académico (Cerón, Merchán & Cortes, 2018). La participación y el acompañamiento de los cuidadores en el proceso educativo, las expectativas que tienen sobre sus hijos, las largas jornadas laborales y el establecimiento de normas de comportamiento se presentan como algunas de las características familiares que afectan los resultados obtenidos. Por lo tanto, conforme con Cerón, Merchán & Cortes (2018), resulta imprescindible estudiar estas dinámicas familiares para comprender de manera integral el rendimiento académico y su relación con los estilos de crianza.
El Poder del Apego
El apego se define como un vínculo especial que se establece entre una persona y su cuidador principal, siendo la madre el referente más habitual (Cerón, Merchán & Cortes, 2018). Dicho vínculo cumple una función biológica fundamental, ya que proporciona cuidado y protección al individuo durante la lactancia y en los primeros años de vida. En correspondencia con Cerón, Merchán & Cortes (2018), el tipo de apego desarrollado en la infancia incide en la capacidad para explorar el entorno y establecer interacciones con otros, extendiendo su impacto hasta etapas posteriores como por ejemplo la adolescencia y la adultez.
Existen diferentes tipos de apego, y uno de los más estudiados es el apego seguro. (Cerón, Merchán & Cortes, 2018). Los niños que desarrollan este tipo de vínculo se sienten confiados al explorar su entorno, muestran iniciativa para interactuar con personas desconocidas y experimentan tranquilidad al reencontrarse con su figura de apego. En contraste, el apego inseguro se divide en dos categorías: el apego ansioso y el apego evitativo. En el caso del apego ansioso, los niños suelen manifestar comportamientos inadecuados, como llanto y temor, y tienen dificultades para regular sus emociones y enfrentar situaciones estresantes, mientras que, de acuerdo con Cerón, Merchán & Cortes (2018), los niños con apego evitativo tienden a evitar el contacto emocional y la cercanía con su figura de apego.
Además, se ha comprobado que los niños con un apego seguro suelen alcanzar niveles superiores de inteligencia y obtener mejores resultados académicos en comparación con aquellos que presentan un apego ansioso o inseguro (Fuentealba & Letzkus, 2014). Esta diferencia se atribuye al ambiente de confianza, apoyo emocional y estímulo cognitivo que promueven los cuidadores con un apego seguro, lo cual incide positivamente en la formación de la personalidad y en la percepción de las propias capacidades. Asimismo, Fuentealba & Letzkus (2014) han señalado que las personas que desarrollan un apego seguro adquieren un mayor conocimiento de sí mismas y de los demás, aspecto esencial para establecer relaciones sociales saludables.
Impacto de los Estilos Parentales en el Rendimiento Académico
Existen cuatro estilos educativos parentales que describen de manera detallada cómo los cuidadores regulan el comportamiento de sus hijos (Cerón, Merchán & Cortes, 2018). El estilo democrático se fundamenta en el reconocimiento de la individualidad de los hijos, estableciendo normas y reglas en el hogar en las que se incorpora su participación en la toma de decisiones, lo que favorece un ambiente de diálogo y respeto (Vega, 2020). El estilo autoritario, conforme con Vega (2020), se caracteriza por la imposición de normas de forma rígida, aplicando castigos severos y limitando el diálogo, lo que puede dificultar la expresión de emociones.
Por otro lado, el estilo permisivo se destaca por permitir que los hijos actúen sin restricciones, satisfaciendo sus deseos de forma casi inmediata, lo cual, en algunas ocasiones, puede derivar en comportamientos agresivos cuando las expectativas no se cumplen (Vega, 2020). Finalmente, en correspondencia con Cerón, Merchán & Cortes (2018), el estilo indiferente se define por la falta de atención a las necesidades afectivas de los hijos y la ausencia de normas y límites, lo que genera un entorno poco propicio para el desarrollo equilibrado. Asimismo, la comunicación y el apego constituyen elementos fundamentales en la relación entre los estilos de crianza y el rendimiento académico de los hijos (Vega, 2020). El estilo democrático, al fomentar una comunicación asertiva y brindar un apoyo emocional constante, se relaciona estrechamente con el desarrollo de estrategias de logro académico adaptativas y con la consolidación de una autoestima saludable en los hijos. En contraste, las familias que adoptan estilos autoritarios y permisivos suelen mostrar habilidades adaptativas menos desarrolladas y, en consecuencia, una autoestima más baja. Además, de acuerdo con Vega (2020), el estilo permisivo se ha asociado con comportamientos agresivos y con una marcada falta de compromiso en el cumplimiento de actividades escolares y familiares, lo que puede incidir negativamente en el rendimiento académico.
La Comunicación y el Rendimiento Académico
La comunicación desempeña un papel esencial en las relaciones tanto familiares como sociales, ya que facilita la interacción entre las personas y permite el intercambio de ideas y opiniones, incluso cuando estas difieren (Zambrano, Campoverde & Idrobo, 2019). De conformidad con Zambrano, Campoverde & Idrobo (2019), en la relación entre cuidadores e hijos, la comunicación se erige como un pilar fundamental al fomentar la confianza y el respeto mediante el diálogo, lo que posibilita que ambas partes expresen sus opiniones de manera libre y constructiva.
Asimismo, se ha comprobado que la comunicación y el rendimiento académico están estrechamente vinculados, puesto que la ausencia de un intercambio comunicativo efectivo dificulta la concentración y la consecución de un rendimiento favorable (Zambrano, Campoverde & Idrobo, 2019). De acuerdo con Zambrano, Campoverde & Idrobo (2019), la falta de diálogo entre cuidadores e hijos afecta directamente la orientación y supervisión en el proceso de estudio, lo que se traduce en un desempeño deficiente, reprobación de materias e incluso abandono escolar.
Además, la actitud de los cuidadores frente a la educación influye de manera decisiva en el proceso de aprendizaje de sus hijos (Zambrano, Campoverde & Idrobo, 2019). Cuando los cuidadores muestran un interés genuino por el progreso académico, se crea un ambiente motivador que estimula el desempeño escolar; en cambio, según Zambrano, Campoverde & Idrobo (2019), la ausencia de apoyo, el desinterés o la falta de comunicación sobre la importancia de la educación puede conducir a una disminución en la motivación y, consecuentemente, a un bajo rendimiento académico.
Estrategias Para Promover la Comunicación Saludable y El Apego Seguro
La comunicación saludable es fundamental en el ámbito familiar para fomentar el apego seguro en los niños, siendo este vínculo la relación más íntima que se establece entre los cuidadores y el infante desde su nacimiento, lo que resulta determinante para el desarrollo psicológico y la formación de la personalidad (Álvarez, 2019). En este sentido, según Álvarez (2019), los cuidadores pueden emplear diversas estrategias en el día a día para promover tanto una comunicación efectiva como un apego que brinde la seguridad emocional necesaria.
Los niños necesitan sentir que son amados incondicionalmente, independientemente de sus acciones o palabras, ya que este amor incondicional les proporciona la seguridad emocional necesaria para explorar el mundo y desarrollarse de forma saludable (Rojas, 2023). Conforme con Rojas (2023), el apego seguro se basa en la seguridad que ofrecen los padres, impactando la capacidad de los niños para establecer relaciones saludables en el futuro; de este modo, se constituye en un cimiento sólido que favorece la construcción de vínculos duraderos, el desarrollo de una autoestima positiva y el fortalecimiento de la confianza en sí mismos, cualidades esenciales para enfrentar los desafíos de la vida con valentía y resiliencia.
El refuerzo adquiere especial relevancia en las primeras etapas de la vida, ya que el reconocimiento, la consideración y las recompensas son fundamentales para que el niño se sienta valorado y amado (Álvarez, 2019). De acuerdo con Álvarez (2019), los padres pueden implementar técnicas de refuerzo positivo, tales como elogios sinceros y el reconocimiento de los logros, lo que fortalece la autoestima y fomenta un sentido de confianza en el pequeño; de este modo, se genera un ambiente afectuoso y estimulante que contribuye a un desarrollo emocional y social saludable.
Asimismo, los padres desempeñan un papel fundamental al enseñar a los niños a reconocer y expresar sus emociones de manera saludable (Rojas (2023). La instrucción en inteligencia emocional se convierte en una herramienta poderosa para promover el desarrollo de un apego seguro, ya que al aprender a comprender y regular sus sentimientos, los niños adquieren habilidades vitales para su bienestar emocional y social. En correspondencia con Rojas (2023), la capacidad para identificar y expresar adecuadamente las emociones permite al infante manejar el estrés y enfrentar situaciones difíciles con mayor resiliencia y adaptabilidad.
Por otro lado, la comunicación efectiva se configura como un elemento fundamental para fomentar el apego seguro, ya que permite que los cuidadores expresen sus sentimientos de forma clara y directa, al mismo tiempo que escuchan y comprenden las necesidades emocionales de sus hijos (Alvarez, 2019). A través de esta interacción, se pueden establecer límites claros y consistentes que, según Rojas (2023), proporcionan a los niños la estructura necesaria para un desarrollo equilibrado, fortaleciendo su seguridad y bienestar.
Finalmente, el juego y la diversión representan herramientas esenciales para promover el apego seguro, ya que van más allá del mero entretenimiento; estos momentos lúdicos se convierten en espacios en los que se establece una conexión emocional sólida entre padres e hijos, estimulando la creatividad y la imaginación de los pequeños (Alvarez, 2019). De conformidad con Álvarez (2019), la participación en actividades recreativas no solo refuerza los lazos afectivos, sino que también crea un ambiente de confianza en el que los niños se sienten seguros para explorar, experimentar y expresarse libremente, consolidando así una relación duradera basada en el amor, el respeto mutuo y el disfrute compartido de momentos significativos.
Referencias
Álvarez, M. J. (2019, September). La Importancia del Apego en el Desarrollo Infantil. Familia Y Salud. Retrieved June 7, 2023, from https://www.familiaysalud.es/vivimos-sanos/salud-emocional/en-el-lactante-y-nino-pequeno/la-importancia-del-apego-en-el
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Fuentealba, M.A., & Letzkus, M. (2014). Relación de Apego, Rendimiento y Factores de Retención. Trilogía Ciencia Tecnología Sociedad. Retrieved June 6, 2023, from https://sitios.vtte.utem.cl/trilogia/wp-content/uploads/sites/9/2019/10/revista-trilogia-facultad-administracion-economia-vol26-n36-2014-Fuentealba-Letzkus.pdf
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Vega, M. (2020). Estilos de Crianza Parental en el Rendimiento Académico. Podium. https://doi.org/10.31095/podium.2020.37.7
Zambrano, Y.Y., Campoverde, A.C., & Idrobo, J.C. (2019). Importancia Entre la Comunicación Padres e Hijos y su Influencia en el Rendimiento Académico en Estudiantes de Bachillerato. Polo Del Conocimiento, 4(5), 138. https://doi.org/10.23857/pc.v4i5.969
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