El duelo es una de esas condiciones con las que todas las personas se encuentran varias veces en el curso de su existencia (Sánchez, 2016). Desde antes de nacer, las personas experimentan pérdidas que generan un sufrimiento que debe ser procesado y superado (Sánchez, 2016). El duelo puede tener diferentes características según la naturaleza de la pérdida, la relación que se tenía con el fallecido y las estrategias y habilidades de afrontamiento que posea el deudo (Adsuara, 2020). Aunque, según Adsuara (2020), cada duelo es diferente, se pueden encontrar similitudes entre los duelos que se producen en circunstancias parecidas.
Duelo Anticipado
Quienes experimentan este tipo de duelo empiezan a sentir el dolor de la pérdida antes de que esta ocurra (Adsuara, 2020). Se trata del duelo anticipado, que se produce cuando se sabe que la muerte es inminente (Corbin, s.f.). Un ejemplo de este duelo es el que se vive cuando se diagnostica una enfermedad crónica (Sánchez, 2016). En estas situaciones, las personas son conscientes de que perderán irremediablemente a su ser querido en poco tiempo y anticipan los procesos psicológicos que conlleva el duelo (Adsuara, 2020). A diferencia de otros duelos, el anticipado se caracteriza por tener sentimientos más ambivalentes e inestables (Sánchez, 2016). Debido a que la persona aún está presente, los dolientes oscilan entre acercarse y alejarse de ella, pues desean sentir su presencia por última vez, pero al mismo tiempo temen la conexión emocional que implica (Sánchez, 2016). No obstante, según Cifuentes (2018), los expertos aconsejan comunicarse abiertamente con la persona que se va, ya que esto puede ser beneficioso para ambos.
Duelo Ausente
Este tipo de duelo se refiere a la negación de la muerte de alguien con quien se tenía una conexión emocional, motivada por una falsa esperanza de retorno (Adsuara, 2020). La persona actúa como si nada hubiese sucedido y se cierra completamente al tema (Sánchez, 2016). Además, la persona puede rechazar que los hechos hayan ocurrido, por lo que la etapa de negación es la más relevante (Varela, Reyes & García, 2017). En este caso, se trata de un mecanismo de negación, es decir, la persona se queda atrapada en esta etapa porque no se atreve a enfrentar la situación, ya que el impacto es tan fuerte que el individuo se siente incapaz de superarlo y opta por concentrarse en otros aspectos de la vida (Varela, Reyes & García, 2017). Según Sánchez (2016), el problema es que el dolor oculto sigue latente y puede reaparecer, manifestándose como irritabilidad, ansiedad, una enfermedad física, entre otras cosas.
Duelo Crónico
Se denomina duelo crónico a una forma de duelo poco saludable que puede afectar la calidad de vida de una persona y su capacidad para seguir adelante (Cifuentes, 2018). Este duelo se produce cuando una persona no consigue superar la pérdida de un ser querido (Sánchez, 2016). La persona se niega a aceptar lo sucedido y se obsesiona con mantener vivo el recuerdo del que ya no está. Esto le impide avanzar en su vida y le hace adoptar una actitud de dolor permanente (Sánchez, 2016). En el duelo crónico, la persona prolonga el dolor de la pérdida durante muchos años, lo que le genera sentimientos de desesperanza (Adsuara, 2020). Este duelo puede darse cuando la persona revive constantemente los eventos relacionados con la muerte de manera detallada y vívida, y todo lo que le ocurre le remite a esa experiencia (Corbin, s.f.). Así, la persona es incapaz de rehacer su vida y queda completamente anclada en el pasado (Adsuara, 2020). Según Sanchez (2016), en este duelo predominan el miedo, la tristeza, la culpa, la mpotencia y la decepción.
Duelo Desautorizado
Se denomina duelo desautorizado a aquel en el que el entorno rechaza el dolor que experimenta una persona (Varela, Reyes & García, 2017). Por ejemplo, esto ocurre con pérdidas que no se entienden, como los duelos por las mascotas o los duelos por pérdida perinatal, que se consideran pérdidas menores, pero son muy dolorosas para quienes las padecen (Calvo, 2020). También ocurre cuando una persona fallece tras haber mantenido una relación extramatrimonial (Sánchez, 2016). El amante “no tendrá derecho” a expresar su pesar (Sánchez, 2016). Asimismo, ocurren cuando el doliente está estigmatizado, como en el duelo por una pareja homosexual o cuando una madre o un padre pierde a un hijo que ha cometido un delito (Calvo, 2020). De acuerdo con Calvo (2020), estos duelos suelen reprimirse por la falta de comprensión y empatía del entorno, lo que puede causar problemas psicológicos.
Duelo Distorsionado
Se denomina duelo distorsionado a aquel que se caracteriza por una respuesta exagerada e inadecuada a la situación (Corbin, s.f.). Este duelo se da cuando una persona ha sufrido un duelo anterior y se enfrenta a una nueva pérdida (Varela, Reyes & García, 2017). Por ejemplo, según Corbin (s.f.), una persona puede haber perdido a su padre, y si muere su tío, revive la pérdida de su padre, lo que le provoca una situación más intensa, dolorosa y debilitante.
Duelo Inhibido
El duelo pospuesto, como se le denomina en el ámbito especializado, es una experiencia que afecta a las personas que presentan serias dificultades para manifestar sus emociones (Sánchez, 2016; Adsuara, 2020). Estas personas tienen sus sentimientos apagados, lo cual les impide expresar y afrontar la pérdida de un ser querido (Adsuara, 2020). Entre los casos más frecuentes se encuentran los niños, que no logran verbalizar el significado de esta situación (Sánchez, 2016). Muchas veces, los adultos no reconocen su sufrimiento y no les brindan el apoyo necesario, al suponer que ellos no entienden. También se inhibe el duelo en personas con alguna discapacidad cognitiva, en padres o madres de familia que intentan mostrarse fuertes para no perjudicar a sus hijos, o en personas que son muy reacias y no quieren hablar de sus sentimientos. Conforme con Sánchez (2016), esta inhibición puede generar obsesiones, depresión crónica, ansiedad y otros problemas psicológicos.
Duelo Retardado
Se trata de un tipo de duelo que se asemeja al normal, pero que se manifiesta después de un periodo de tiempo, en el que la persona simula no sentir dolor; sin embargo, este surge con gran intensidad y conlleva algunas dificultades, ya que suele ser un proceso solitario (Varela, Reyes & García, 2017). Frecuentemente se le considera una forma de duelo ausente y también se le llama duelo congelado (Corbin, s.f.). Afecta a las personas que controlan demasiado sus emociones y que aparentan ser fuertes. Un ejemplo sería una persona que tiene hijos y que debe mantenerse entera (Corbin, s.f.). También es frecuente entre las personas que sufren desplazamiento forzado, que viven en situaciones de vulnerabilidad y que no tienen tiempo para llorar la pérdida (Calvo, 2020). Igualmente, según Corbin (s.f.) y Sánchez (2016), se produce cuando la persona tiene muchas responsabilidades que demandan su atención inmediata, como el cuidado de una familia, una sobrecarga de trabajo o una emergencia familiar.
Duelo sin Resolver
Se denomina duelo no resuelto al tipo de duelo que persiste en la persona que no logra aceptar la pérdida de su ser querido y del vínculo que los unía, por lo que no asimila el fallecimiento a su realidad y se queda atrapado en el recuerdo de lo ausente (Varela, Reyes & García, 2017). Según Corbin (s.f.), este nombre se aplica al duelo que se prolonga más de dieciocho o veinticuatro meses sin superarse, quedando como una herida abierta que no cicatriza.
Referencias
Adsuara, G. (2020). 11 Tipos de DUELO y sus Características. psicologia-online.com. Recuperado 27 September 2021, a partir de https://www.psicologia-online.com/tipos-de-duelo-y-sus-caracteristicas-4988.html
Calvo, A. (2020). Los tipos de duelo. Duelo Contigo. Recuperado 27 September 2021, a partir de https://duelocontigo.org/los-tipos-de-duelo/
Cifuentes, L. (2018). La importancia del duelo. Estrella Digital. Recuperado 29 September 2021, a partir de https://www.estrelladigital.es/articulo/sociedad/la-importancia-del-duelo/20180806144816352565.html
Corbin, J. Los 8 tipos de duelo y sus características. Psicologiaymente.com. Recuperado 27 September 2021, a partir de https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-duelo
Varela, L., Reyes, C., & García, J. (2017). Tipos de duelo y Estrategias de Afrontamiento. Repository.ucc.edu.co. Recuperado 27 September 2021, a partir de https://repository.ucc.edu.co/bitstream/20.500.12494/14552/1/2017_duelo_estrategias_afrontamiento.pdf
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