El duelo es un proceso que enfrentan todas las personas, ya que en cada día del calendario se experimentan ganancias y pérdidas (De Dios, 2020). No obstante, a esa despedida, ya de por sí complicada por el dolor que causa el reconocimiento de lo que no volverá, se le añade el sentimiento de culpa o de resentimiento (De Dios, 2020). En correspondencia con Sánchez (2021), la culpa, sea real o imaginaria, moderada o excesiva, refleja los valores de quien la siente.
La Influencia del Contexto Social y Religioso
La religión ha sido un factor fundamental en el mundo occidental durante muchos siglos (De Dios, 2020). Esta creencia ha incidido tanto en aspectos cotidianos, como la realización de ciertos ritos, como en una concepción particular del mundo. La religión ha concebido una vida eterna más allá de esta y ha postulado la existencia de un Dios omnipotente que observa a las personas y espera que actúen de cierta forma. Asimismo, la religión ha moldeado la política, determinando programas y medidas que de otro modo no se habrían implementado o mantenido tanto tiempo. A pesar de que algunos filósofos, como Nietzsche, alertaron sobre los riesgos de la doctrina, la religión persiste en el contexto actual, especialmente cuando se trata de despedidas. Por ello, en correspondencia con De Dios (2020), es probable que muchas personas hayan abandonado la religión para la mayoría de los asuntos, pero no para afrontar la pérdida de alguien importante que ya no está.
Este aspecto es positivo, ya que casi ninguna religión separa la vida de la otra vida (De Dios, 2020). Es decir, ninguna plantea otro ámbito o una vida donde la comunicación sea imposible. En este sentido, tal como es posible o factible el perdón de la divinidad, también lo es el de la persona que ya no está en el mundo sensible. De hecho, se ha demostrado que la religión es un factor protector para la salud mental ante grandes catástrofes o ataques. En esos momentos, es un gran avance poder darle un sentido a la pérdida, sea más o menos realista. Mientras la persona crea que las normas siguen vigentes, le resultará más difícil dejarse dominar por el caos o no hallar un atisbo de alivio para su dolor. Así, según De Dios (2020), los rituales de despedida son un buen amortiguador para el sufrimiento, pero también una oportunidad para la redención, la comunicación y la despedida, e incluso para construir una historia compartida.
Las Diferentes Caras de la Culpa en el Duelo
La culpa es un sentimiento que se relaciona con algo que ocurrió y que la persona en duelo cree que no puede cambiar (Pastor, 2021). Esto provoca angustia, irritabilidad y tristeza (Pastor, 2021). No obstante, según Fredes & Chigó (2019), la culpa puede llegar a ser más fuerte que la tristeza, impidiendo no solo el bienestar del doliente, sino también la posibilidad de intentarlo.
Exageración del Amor
Existe un tipo de culpa que surge por exagerar el amor (Sánchez, 2021). El doliente, a pesar de desear evitar las circunstancias, no pudo hacerlo (Sánchez, 2021). Se cae en la tentación de imaginar una situación diferente una y otra vez , como si al corregirla repetidamente se pudiera modificar la realidad (De Dios, 2020). Según Sánchez (2021), el doliente asume una responsabilidad desmedida, ignorando los límites y olvidando que hay cosas que no dependen del amor.
Problemas Pendientes
Otro tipo de culpa es provocada por no haber resuelto problemas que quedaron pendientes con esa persona que ya no está (Sánchez, 2021). El doliente siente remordimiento por no haber expresado suficiente amor, por no haber escuchado o agradecido al ser querido, o por no haber estado presente en momentos importantes (Cubel, 2020; Sánchez, 2021). En correspondencia con Sánchez (2021), estos sentimientos de culpa pueden ser una oportunidad para reflexionar y modificar el comportamiento en el futuro.
No Cumplir con las Expectativas
Una tercera fuente de culpa es la de no cumplir con las expectativas de las demás personas (Sánchez, 2021). Esto genera emociones negativas en el doliente que se intensifican al ver el impacto en su entorno. Sánchez (2021) menciona que, aunque los demás esperan una mejoría, la falta de comprensión, aceptación y apoyo puede llevar al doliente al silencio y a ocultar sus sentimientos.
Deseos Insatisfechos
El cuarto aspecto tiene relación con los deseos no soportados (De Dios, 2020). Este tipo de culpa es común los en cuidadores principales de personas con enfermedades crónicas (Pastor, 2021). La sensación de alivio que puede surgir tras la muerte, genera culpa por el desgaste físico y emocional que conlleva la responsabilidad del cuidado. Esto puede provocar dudas sobre el amor se que le tenía a la persona que se fue. Además, en correspondencia con Pastor (2021), este sentimiento es difícil de expresar por temor al juicio social.
Reconstruir la Existencia
La culpa también puede aparecer al empezar a sentir mejoría, disfrutar de la vida y tener momentos de alegría (Sánchez, 2021). En esta culpa, la creencia básica es "si tú no estás bien, yo no puedo estar bien", y se usa para mantener la conexión con la persona fallecida (Cubel, 2020). En correspondencia con Sánchez (2021), el doliente puede temer que esto implique olvidar al ser querido que ya no está, traicionarlo, dejar de amarlo, entre otras posibilidades.
Las Funciones de la Culpa en el Duelo
Conexión con el Fallecido
La culpa puede actuar como una forma inconsciente de mantener una conexión con el ser querido que ha fallecido (Magaña, 2015). Al pensar una y otra vez en lo que pasó, en lo que se hizo y en lo que se dejó de hacer, la persona en duelo evita enfrentar la profunda tristeza que trae consigo la pérdida (Fredes & Chigó, 2019). La culpa, en correspondencia con Magaña (2015), con su componente de ira, rebeldía e inconformismo, puede ser más tolerable que la tristeza, la cual empuja al deudo hacia la reflexión y la aceptación de sus propios límites.
Alivio Transitorio
La culpa también puede proporcionar un alivio transitorio al proporcionar la falsa idea de que el deudo tiene control sobre la muerte de su ser querido (Magaña, 2015). Pensar que hubo un culpable implica que la muerte podría haberse evitado si las cosas se hubieran hecho de otra manera (Fredes & Chigó, 2019). Esta falacia, en correspondencia con Magaña (2015), impide que la persona sea plenamente consciente de la finitud de la existencia humana.
Reajuste de Valores
En tercer lugar, a culpa también cumple una función adaptativa o de reajuste al ayudar a la persona en duelo a reajustar sus valores que han sido vulnerados por la pérdida (Magaña, 2015; Fredes & Chigó, 2019). De acuerdo con Magaña (2015), el dolor de sentirse culpable puede actuar como una forma de expiación y ayudar a la persona a aceptar la nueva realidad.
Mecanismo de Defensa
La culpa actúa como un amortiguador emocional, protegiendo al individuo en duelo del impacto abrupto del dolor y la tristeza que conlleva una pérdida (Magaña, 2015). Sin embargo, Magaña (2015) menciona que, con el tiempo, la culpa debe ir cediendo para que la persona pueda avanzar hacia la verdadera conexión con el yo a través de la tristeza reflexiva.
Liberar la Culpa Durante el Duelo
Expresarse Ante un Interlocutor Adecuado
Durante el proceso de duelo, resulta crucial encontrar un interlocutor que escuche con empatía las dudas, miedos y sentimientos del doliente, sin emitir juicios ni evaluaciones rígidas (Pérez, s.f.). Este interlocutor puede ser un familiar o amigo comprensivo, un grupo de apoyo o un terapeuta especializado en duelo. Según Pérez (s.f.), el simple hecho de verbalizar y ser escuchado en relación a los pensamientos culposos puede generar un alivio emocional considerable.
Reconocer los Limites Como Ser Humano
En muchas ocasiones, el doliente puede sentir una responsabilidad desmedida por eventos que objetivamente escapan su control (Pérez, s.f.). En correspondencia con Pérez (s.f.), es fundamental analizar cuidadosamente si efectivamente se pudo haber evitado la pérdida, considerando la capacidad de prever peligros o interpretar señales de riesgo que pudieron haber causado una pérdida.
Aclarar Responsabilidades con Quienes Inculpan
Si el entorno culpabiliza al doliente por la pérdida, es importante buscar un diálogo para aclarar malentendidos (Pérez, s.f.). Si una reunión presencial no es posible, se puede redactar un mensaje donde se exprese el rol responsable y limitado del doliente en las circunstancias que han surgido. Si esta iniciativa falla, según Pérez (s.f.), se puede recurrir a la mediación a través de un tercero profesionalmente entrenado para manejar conflictos, como un terapeuta un conciliador o un juez de paz.
Practicar Actividades Para el Bienestar
Para contrarrestar las ideas culposas, es recomendable realizar actividades que favorezcan el bienestar emocional (Pérez, s.f.). Por ejemplo, según Pérez (s.f.), la oración, la meditación, las tareas manuales, el ejercicio físico, la lectura de guías sobre el duelo, disfrutar de películas o música, o refugiarse en la naturaleza son algunas opciones que pueden ayudar a sobrellevar la culpa.
Enmendar el Error, si lo Hubo
Si la culpa se basa en un error real, es importante convertirla en responsabilidad buscando acciones concretas para corregirlo (Pérez, s.f.). En caso de un accidente, por ejemplo, se puede buscar compensar a los afectados. Si esto no es posible, en correspondencia con Pérez (s.f.), se puede realizar un acto simbólico en honor al difunto, como una donación a una fundación, una campaña de solidaridad o unirse a un grupo de voluntarios.
Buscar Ayuda Profesional
Si las estrategias anteriores no logran aliviar la culpa, es crucial buscar ayuda profesional de un especialista en duelo (Pérez, s.f.). Un terapeuta calificado puede ayudar a gestionar los sentimientos de culpa que no se pueden manejar por cuenta propia, así como afrontar las diferentes situaciones que pueden surgir durante el proceso de duelo, como el cumpleaños del difunto, las primeras fiestas decembrinas sin el ser querido o el aniversario del fallecimiento (Vázquez, 2018; Pérez, s.f.). Según Vásquez (2018), estos momentos pueden generar nuevos brotes de dolor que es importante tener en cuenta y para los que el apoyo terapéutico puede ser invaluable.
Referencias
Cubel, M. (2020). La culpa en el duelo. Magda Cubel. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://magdacubel.es/duelo-perdida/la-culpa-en-el-duelo/
De Dios, S. (2020). La culpa en el duelo. La Mente es Maravillosa. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://lamenteesmaravillosa.com/la-culpa-en-el-duelo/
Fredes, M., & Chigó, S. (2019). Tu Partida. Guía para el Duelo.. Issuu. Recuperado 22 September 2021, a partir de https://issuu.com/hospitalcalvomackenna/docs/gui_a_para_el_duelo_p__2019
Magaña, M. (2015). La culpa durante el duelo. Culpa, querida enemiga. Postgrados de Psicología. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://blogs.ucv.es/postgradopsocologia/2017/10/15/la-culpa-durante-el-duelo/
Pastor, P. (2021). El sentimiento culpa en el duelo tras la muerte de un ser querido. Fundación Mario Losantos del Campo. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://www.fundacionmlc.org/se-instala-culpa/
Pérez, J. 6 Consejos para liberar la culpa durante el duelo. ManejodelDuelo.com. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://manejodelduelo.com/la-culpa-durante-el-duelo/
Sánchez, R. (2021). Los cuatro tipos de culpa que afectan al proceso de duelo. Fundación Mario Losantos del Campo. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://www.fundacionmlc.org/los-cuatro-tipos-de-culpa-que-afectan-al-proceso-de-duelo/
Vázquez, C. (2018). Claves para superar el duelo por la pérdida de un ser querido. ElDiario.es. Recuperado 22 September 2021, a partir de https://www.eldiario.es/consumoclaro/cuidarse/claves-superar-duelo-perdida-querido_1_1837639.html
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