Cuando el duelo se manifiesta en los niños, niñas o adolescentes, se observa que, además de enfrentar estas demandas, la pérdida de un ser querido les genera una sensación de vulnerabilidad considerable frente a su grupo de iguales (Oslé, 2020). Esta situación se ve agravada por el hecho de que el duelo los hace sentirse diferentes. Verbigracia, si todos los demás tienen un padre y el suyo ha fallecido, es normal que se sientan diferentes y menos incluidos en el grupo. Sin embargo, en correspondencia con Oslé (2020), la red social juega un papel trascendental en la vida de los niños, niñas y, sobre todo, de los adolescentes.
El apoyo social se considera un factor de protección. Los factores de protección se refieren a aquellas circunstancias y características que potencian las capacidades de los individuos para enfrentar con éxito situaciones adversas (Oslé, 2020). De conformidad con Oslé (2020), la red social es de gran utilidad para la gestión emocional: proporciona un entorno seguro en el que los menores pueden desahogarse de situaciones novedosas que estén experimentando en casa, compartir recursos personales o simplemente desconectar de una situación desagradable.
El Aislamiento como Respuesta al Dolor
El aislamiento social representa uno de los desafíos que pueden surgir tanto en niños como en adolescentes (Díaz, 2017). En los más jóvenes, este fenómeno puede ser el resultado de un cambio en el adulto que se encargaba de su socialización, o bien porque ahora su cuidador está más ocupado o, en algunos casos, está tan afligido que es incapaz de acompañar a los más pequeños en sus actividades sociales. También puede surgir la necesidad de permanecer junto al progenitor por temor al abandono o a experimentar otra pérdida. En el caso de los adolescentes, también puede emerger el miedo a que ocurra otra muerte. Sin embargo, lo más común es que el adolescente perciba al otro adulto como vulnerable, sumamente triste o dolido, y decida permanecer cerca por si necesita compañía o cuidado. De acuerdo con Díaz (2017), es común que exista cierto temor a que el adulto experimente soledad y los adolescentes prioricen las necesidades del cuidador por encima las propias.
Evitar el Aislamiento en el Duelo Infantil
¿Cómo se puede prevenir el aislamiento en niños o adolescentes que están atravesando un duelo? La estrategia más sencilla es incentivarlos a salir de casa y a interactuar con sus amigos (Oslé, 2020). Es común que los adolescentes disfracen su tendencia al aislamiento con ofertas de ayuda a los adultos, como "hoy me quedo en casa y te ayudo con la cena", "ponemos una película y nos distraemos", "el sábado aprovechamos para limpiar la casa", entre otros. Sin embargo, aunque estas ofertas pueden ser tentadoras, generalmente no es necesario que los menores ayuden en casa o hagan compañía. Lo más recomendable es que, si sus amigos tienen un plan, el menor participe. Se ha destacado la importancia del grupo de iguales: en su seno, el menor pone a prueba estrategias y roles, practica sus habilidades sociales, vive experiencias agradables y encuentra un ambiente protector frente a situaciones adversas. Conforme con Oslé (2020), quien tiene un amigo, tiene un tesoro, y cuando se está en duelo, ese tesoro brilla aún más.
Referencias
Díaz, P. (2017, noviembre 23). Problemas más Comunes Asociados al Duelo Infantil y Juvenil. Fundación Mario Losantos del Campo. https://www.fundacionmlc.org/problemas-asociados-al-duelo-en-ninos-y-adolescentes/
Oslé, D. (2020, febrero 20). El Duelo Infantil: La Importancia de la red Social del Niño Tras una Pérdida. Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC). https://www.fundacionmlc.org/el-duelo-infantil-la-importancia-de-la-red-social-del-nino-tras-una-perdida/
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