François - Marie Arouet (1694 - 1778), más conocido por su seudónimo Voltaire, es un destacado pensador de la Ilustración (Montagud Rubio, 2020). De origen plebeyo pero acomodado, Voltaire criticó la sociedad estamental de su época, así como la Iglesia Católica y las injusticias. En correspondencia con Montagud Rubio (2020), defendió la libertad y la tolerancia religiosa, sosteniendo que todos los hombres son iguales.
Biografía
François - Marie Arouet, conocido mundialmente como Voltaire, nació en la ciudad de París, específicamente en Châtenay - Malabry, el 21 de noviembre de 1694 (Montagud Rubio, 2020; Cartwright, 2023). Proveniente de una familia prominente, era el hijo de François Arouet, un notario que desempeñaba funciones como consejero del rey y tesorero de la Cámara de Cuentas de París, y de Marie Marguerite d’Aumard, quien falleció cuando tenía siete años (Montagud Rubio, 2020). Según Montagud Rubio (2020), la familia Arouet era numerosa, contando con cinco hijos, pero solo tres de ellos, incluyendo a Voltaire, sobrevivieron hasta la edad adulta; sus hermanos Armand, que se convertiría en abogado en el Parlamento de París, y Marie.
Su educación fue impartida en el colegio jesuita Louis - le - Grand, a partir del año 1704 hasta el año 1711, durante el reinado de Luis XIV (Montagud Rubio, 2020). En ese lugar, construyó una amistad con los hermanos René - Louis y Marc - Pierre Anderson, quienes posteriormente ocuparían roles ministeriales. A los doce años, ya mostraba talento literario al escribir la tragedia "Amulius y Numitor", de la cual solamente se conservan fragmentos que fueron publicados en el siglo XIX. A pesar de haber iniciado estudios en derecho entre el año 1711 y el año 1713, abandonó la carrera para dedicarse a las letras. En correspondencia con Montagud Rubio (2020), en ese momento, su padrino, el abate de Châteauneuf, lo introdujo en la Sociedad del Temple, un círculo libertino, y coincidiendo con este periodo, recibió una gran herencia de la anciana cortesana Ninon de Lenclos, destinada a la compra de libros.
En el año 1713, trabajó como secretario en la embajada francesa en La Haya, donde compuso su "Oda Sobre las Desgracias del Tiempo" (Montagud Rubio, 2020). Sin embargo, fue pronto enviado de vuelta a París debido a su relación con Catherine Olympe Dunoyer, conocida como "Pimpette". Durante este periodo, comenzó a escribir su tragedia "Edipo", que no sería publicada hasta el año 1718, y su poema "La Henriada". Desde el año 1714, trabajó como escribiente en una notaría. A pesar de su origen plebeyo, frecuentaba los salones parisinos y reuniones con la duquesa de Maine en el castillo de Sceaux, donde tuvo la oportunidad de interactuar con las celebridades de la época y los nobles libertinos más destacados. Conforme con Montagud Rubio (2020), en este tiempo, compuso dos poemas considerados escandalosos, "Le Bourbier" y "L’Anti - Giton", que recordaban a los relatos eróticos en verso de "La Fontaine".
Cuando Luis XIV falleció en 1715, el duque de Orléans asumió la regencia (Montagud Rubio, 2020). En ese momento, se atrevió a escribir una sátira en contra de los amores incestuosos entre el duque y su hija, la duquesa de Berry. Como consecuencia de su osadía, fue encarcelado en la prisión de la Bastilla, cumpliendo su pena entre mayo del año 1717 y abril del año 1718. Al salir de prisión, conforme con Montagud Rubio (2020), fue desterrado a su casa natal en Châtenay - Malabry, adoptando desde entonces el nombre por el que sería conocido: Voltaire.
Los últimos años de la década de 1710 y principios de 1720 fueron una época muy prolífica (Montagud Rubio, 2020). En el año 1718, estrenó su tragedia "Edipo". En el año 1720, presentó "Artemira" y al año siguiente ofreció el manuscrito de su epopeya "La Henriade" al regente, publicándola con el título de "Poème de la Ligue" en el año 1723. Esta obra estaba dedicada al rey Enrique IV de Francia, cuya gloria y hazañas son el argumento central. El éxito de esta obra lo motivó a comenzar a redactar su "Ensayo Sobre las Guerras Civiles". En el año 1722, tras la muerte de su padre, quien le dejó una gran herencia, realizó un viaje a Holanda acompañado de la condesa de Rupelmonde. A pesar de esto, según Montagud Rubio (2020), no dejó de tener otros amores, como su relación con la marquesa de Bernières un año más tarde.
En el año 1724, estrenó "Mariana" y, a pesar de problemas de salud, al año siguiente presentó "El Indiscreto" (Montagud Rubio, 2020). En el año 1725, fue invitado a la boda del rey Luis XV, ganando presencia en la Corte francesa. Sin embargo, en el año 1726, se vio envuelto en un escándalo con el caballero De Rohan, quien ordenó golpearlo sin aceptar un duelo tradicional, considerándolo un plebeyo. A pesar de esto, no se dio por vencido y recorrió todo París buscándolo para exigir un duelo. Aunque sus demandas eran justas, la alta sociedad desaprobó que un plebeyo desafiara a un aristócrata. Como resultado, fue apresado en la Bastilla, esta vez por solo dos semanas. Fue liberado bajo la condición de exiliarse en Gran Bretaña, donde pasó dos años y medio. Estos eventos le enseñaron que, a pesar de haber sido recibido con agrado entre los nobles al principio, para ellos nunca dejaría de ser un plebeyo. De acuerdo con Montagud Rubio (2020), esta experiencia lo convirtió en un defensor del derecho a una justicia universal.
Durante su exilio, tomó la decisión de instalarse en Londres, donde fue acogido por lord Henry St. John, vizconde de Bolingbroke (Montagud Rubio, 2020). En medio de su desesperación, llegó a pedirle ayuda a su hermano, Armand Arouet, quien no respondió. En Inglaterra, se sumergió en la ciencia newtoniana, la filosofía empirista y las instituciones políticas inglesas. Aprendió inglés y se convirtió en anglófilo, considerando a los ingleses como el pueblo más sabio y libre de la época. Aunque no tuvo la oportunidad de conocer a Isaac Newton, asistió a su funeral en el año 1727 en la abadía de Westminster. En Londres, según Montagud Rubio (2020), también se sorprendió por la tolerancia religiosa y la variedad de creencias entre los ingleses. Además, admiró profundamente a Shakespeare, traduciendo el monólogo de Hamlet.
Durante este período, publicó sus dos primeros grandes textos en inglés: "Ensayo Sobre la Guerra Civil" y "Ensayo Sobre la Poesía Épica" (Montagud Rubio, 2020). Conoció a destacados personajes británicos de la época, como el deísta Samuel Clarke, el poeta filosófico Alexander Pope, el satírico Jonathan Swift y John Locke, cuya obra admiraba. En el año 1729, regresó a Francia con tres objetivos: enriquecerse rápidamente, fomentar la tolerancia y combatir el fanatismo, y difundir el pensamiento científico de Newton y las ideas políticas de Locke. Para ello, conforme con Montagud Rubio (2020), publicó en francés sus "Cartas Filosóficas o Inglesas", un texto que puso de manifiesto la supuesta atrasada e intolerante sociedad francesa.
Voltaire deseaba riqueza y vio una oportunidad en el proyecto del matemático Charles Marie de la Condamine, quien descubrió un defecto en el sistema de lotería del ministro de finanzas francés, Michel Robert Le Pelletier - Desforts (Montagud Rubio, 2020). De la Condamine encontró la forma de explotar el sistema comprando bonos que permitían acumular casi todos los números de la lotería. Sorprendentemente, el truco funcionó para ambos, y a pesar del litigio presentado por el ministro, no infringieron ninguna ley y ganaron una considerable suma de dinero. Sin embargo, estas ganancias eran pequeñas en comparación con las riquezas que Voltaire acumularía. En correspondencia con Montagud Rubio (2020), aumentó su fortuna adquiriendo plata americana en Cádiz y especulando en diversas operaciones financieras, convirtiéndose en uno de los principales rentistas de Francia.
En el año 1731, publicó su obra "Historia de Carlos XII", anticipando problemas y temas que desarrollaría en sus "Cartas Filosóficas" (Montagud Rubio, 2020). En esta obra, defendió la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, inspirándose en la permisividad inglesa y el laicismo anglosajón, y acusó al cristianismo de ser la raíz del fanatismo dogmático. A pesar de que el gobierno retiró la "Historia de Carlos XII" debido a su contenido, esta continuó circulando clandestinamente. En el año 1732, alcanzó su máximo éxito teatral con "Zaïre", una tragedia que escribió en tan solo tres semanas. De conformidad con Montagud Rubio (2020), en el año 1733 publicó "El Templo del Gusto", coincidiendo con el inicio de su profunda relación con la matemática y física madame Émilie du Châtelet.
En el año 1734, sus "Cartas Filosóficas" fueron condenadas y se determinó su detención (Montagud Rubio, 2020). Anticipando su arresto, se refugió en el castillo de la marquesa du Châtelet, en Cirey - Sur - Blaise, Champaña. A partir de este momento, estableció una relación amorosa con la marquesa, que duraría dieciséis años, durante los cuales trabajaron en la obra "La Filosofía de Newton", donde resumían en francés la física del genio inglés. Permanecería en este retiro durante diez años, consagrado a las letras. Durante su estancia, aprovechó para arreglar sus asuntos económicos, concluyó sus pleitos y se ofreció a restaurar el castillo, añadiéndole una galería y dotándolo con un gabinete para los experimentos de física de la marquesa. De la misma manera, construyó una biblioteca de 21,000 volúmenes, personalmente escogidos. Conforme con Montagud Rubio (2020), estos fueron años parsimoniosos para Voltaire, dedicándose a escribir y estudiar junto a la marquesa.
En esta época, retomó su carrera dramática escribiendo "Adélaïde du Guesclin", la primera pieza del clasicismo que se alejaba de temas grecolatinos para abordar la historia de Francia (Montagud Rubio, 2020). Luego, escribió "La Muerte de César", "Alzira o los Americanos" y "El Fanatismo o Mahoma". En el año 1741, conoció a Felipe Stanhope de Chesterfield en Bélgica, lo que lo inspiró a escribir "Los Oídos del Conde de Chesterfield y el Capellán Gudman". En el año 1742, su obra "El Fanatismo o Mahoma" fue prohibida. Viajó a Berlín, donde fue nombrado académico, historiógrafo y Caballero de la Cámara real. Tras dieciséis años de relación, la marquesa du Châtelet se enamoró del poeta Jean - François de Saint - Lambert. Voltaire los descubrió y, aunque enfurecido, aceptó la situación. La marquesa quedó embarazada, pero falleció en el año 1749 debido a dificultades en el parto. Montagud Rubio (2020) menciona que, devastado, aceptó la invitación a Berlín de Federico II de Prusia, algo que enfadó al rey Luis XV.
En el año 1751, publicó la primera versión completa de "El Siglo de Luis XIV" y continuó con "Micromegas" en el año 1752 (Montagud Rubio, 2020). Debido a disputas con Federico II, especialmente por su desencuentro con el presidente de la Academia de Berlín, el filósofo materialista Maupertuis, Voltaire huyó de Prusia en el año 1753. Fue detenido en Fráncfort por un agente del rey y sufrió varias vejaciones antes de regresar a Francia. No fue bien recibido por el rey Luis XV, lo cual lo llevó a refugiarse en Suiza, en una mansión y finca rural, Les Délices, que compró cerca de Ginebra. De acuerdo con Montagud Rubio (2020), el terremoto de Lisboa en el año 1755 lo impresionó profundamente, haciéndole reflexionar sobre el sinsentido de la historia y el sentido del mal, publicando al respecto "Poema Sobre el Desastre de Lisboa".
En torno a este año, inició sus colaboraciones con la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert, publicando siete volúmenes de "Ensayos Sobre la Historia General y Sobre las Costumbres y el Espíritu de las Naciones" en el año 1756 e “Historia del Imperio de Rusia Bajo Pedro el Grande” en el año 1759, centrándose no solo en la historia de los hombres sino también en las manifestaciones del espíritu humano de forma artística, las costumbres, las instituciones sociales y las religiones (Montagud Rubio, 2020). En el año 1758, adquirió una propiedad en Ferney, Francia, justo en la frontera con Suiza, para poder escapar rápidamente en caso de problemas. En correspondencia con Montagud Rubio (2020), vivió en aquel lugar durante dieciocho años, recibió a numerosos intelectuales europeos, intercambiando alrededor de 40,000 cartas, a menudo terminando con su expresión "Écrasez l'Infâme".
En el año 1763 redactó su "Tratado Sobre la Tolerancia" y, al año siguiente, completó su "Diccionario Filosófico" (Montagud Rubio, 2020). En ese mismo periodo, publicó de forma anónima un panfleto contra Jean - Jacques Rousseau titulado "El Sentimiento de los Ciudadanos". Reconocido ya como una figura influyente en la esfera pública, participó en diversos procesos judiciales, incluyendo el caso de Jean Calas, el cual contribuyó a la abolición de la tortura judicial en Francia y otros países europeos, sentando también las bases de los derechos humanos modernos. En el año 1773, a una avanzada edad, sufrió una grave enfermedad. A pesar de ello, según Montagud Rubio (2020), logró publicar en el año 1775 su obra "Historia de Jenni" y redactar su testamento en el año 1776, consciente de que el final se acercaba.
En el año 1778, retornó a París, donde fue recibido con entusiasmo y estrenó su obra "Irene", generando fascinación entre el público (Montagud Rubio, 2020). Durante este periodo, recibió numerosas visitas para debatir cuestiones filosóficas e intelectuales. Su salud se deterioró progresivamente y falleció el 30 de mayo del año 1778, a la edad de 83 años, siendo sepultado inicialmente en el monasterio benedictino de Scellières, cerca de Troyes. De conformidad con Cartwright (2023), en el año 1791, sus restos fueron trasladados a la cripta del Panteón en París, en una ceremonia realizada por los revolucionarios de la Revolución Francesa, un acto irónico dado el potencial rechazo de Voltaire hacia el juicio y la ejecución de Luis XVI de Francia dos años más tarde.
Filosofía de la Ilustración
Su legado filosófico se basa en cómo practicó la filosofía y en los objetivos que guiaron su actividad, más que en doctrinas específicas o ideas originales (Shank, 2022). Sus posiciones filosóficas particulares y su uso de campañas filosóficas más amplias para defender ciertos entendimientos y criticar otros configuraron lo que se conoce como la filosofía de la Ilustración de Voltaire. Esta filosofía se caracteriza por ser un conjunto de posturas y orientaciones intelectuales en lugar de doctrinas sistemáticas rigurosamente defendidas. Sin embargo, otros encontraron en Voltaire tanto un modelo del filósofo bien orientado como un conjunto de posiciones filosóficas particulares apropiadas a esta postura. De acuerdo con Shank (2022), cada aspecto de esta ecuación fue crucial en la definición de la filosofía de la Ilustración que Voltaire llegó a personificar.
Libertad
Las ideas de Voltaire sobre la libertad son el centro de su pensamiento, influyendo tanto en su activismo social como en su incursión en la filosofía sistemática (Shank, 2022). En el año 1734, como respuesta a los escándalos desatados por las "Lettres Philosophiques", redactó un "Traité de Metaphysique". Este trabajo abordaba el concepto de libertad, un tema central en las discusiones filosóficas europeas de la época, y referenciaba a pensadores como Hobbes y Gottfried Wilhelm Leibniz mientras exploraba cuestiones de materialismo, determinismo y propósito providencial, esenciales para los deístas como John Toland y Anthony Collins. En correspondencia con Shank (2022), el debate entre Samuel Clarke y Leibniz sobre la filosofía natural newtoniana también marcó a Voltaire, quien exploraba la existencia humana y la ética en un universo regido por leyes racionales e impersonales.
En su obra, se situó entre el determinismo de los materialistas racionalistas y el voluntarismo de los teólogos naturales cristianos contemporáneos, defendiendo que los humanos no son solo máquinas, sino que poseen libre albedrío (Shank, 2022). Sin embargo, los humanos son también seres naturales gobernados por leyes naturales inexorables, y su ética anclaba la acción correcta en un yo con la luz natural de la razón, lo que lo distanciaba de los deístas radicales y lo llevó a una comprensión elitista del papel de la religión en la sociedad. Consideraba que aquellos capaces de entender su propia razón podían encontrar el curso adecuado de acción libre por sí mismos. No obstante, como muchos eran incapaces de tal autoconocimiento y autocontrol, la religión era un garante necesario del orden social. Conforme con Shank (2022), esta postura lo distanció de la política republicana, reafirmando su postura como monárquico liberal y reformista, escéptico respecto a las ideas republicanas y democráticas.
En las "Lettres Philosophiques", adoptó una postura más radical con respecto al determinismo humano, especialmente al discutir la lectura materialista del alma de Locke, popular en el discurso filosófico radical de la época (Shank, 2022). Esta visión de Locke generó controversia y fue reflejada también en la "Enciclopedia" de Diderot y d'Alembert, así como en su propio "Dictionnaire Philosophique". También definió su propia comprensión del alma en términos similares en su propio "Dictionnaire philosophique". Aunque Voltaire defendía puntos de vista controvertidos en público, su correspondencia privada revelaba una comprensión más matizada de sus posiciones. En estos casos, según Shank (2022), a menudo se ve a Voltaire defendiendo menos una posición razonada sobre un problema filosófico complejo que adoptando una posición política diseñada para afirmar su convicción de que la libertad de expresión, sin importar cuál sea el tema, es sagrada y no puede ser violada.
Voltaire nunca dijo realmente: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" (Shank, 2022). Sin embargo, el mito que asocia este dicto con su nombre sigue siendo muy poderoso, y todavía se escucha su legado invocado a través de la redeclaración de este pronunciamiento que en realidad nunca declaró. A través de su correspondencia y escritos polémicos, Voltaire promovía una visión de libertad intelectual y civil, influenciando ideas libertarias modernas. De acuerdo con Shank (2022), aunque no escribió un tratado específico sobre este tema, su influencia es evidente en argumentos como el de Kant en "¿Qué es la Ilustración?", que destaca la importancia del uso libre y público de la razón crítica, una idea claramente influenciada por Voltaire.
Hedonismo
Fundamentó su moralidad hedonista en la noción de libertad, característica clave de su filosofía ilustrada (Shank, 2022). Esta se expresó en su poesía salaz, que incluía erotismo e insinuaciones sexuales, reflejando el libertinismo en su vida. Además, contribuyó al libertinismo filosófico y al hedonismo al celebrar la libertad moral a través de la libertad sexual. Sus escritos y comportamientos libertinos fueron usados por detractores para acusarlo de subversión y desorden social. No obstante, defendió el libertinismo, aportando un programa filosófico positivo y ejerciendo una influencia considerable. Promovió una identidad libertina feliz y usó la razón filosófica para defender esta postura, utilizando poesía y prosa ingeniosa. Se destacó en la difusión de la Ilustración, promoviendo una moralidad que valoraba el placer personal y una ética de maximizar el placer y minimizar el dolor. Además, según Shank (2022), atacó el ascetismo cristiano tradicional, especialmente el celibato sacerdotal y los códigos morales de restricción sexual y autoabnegación corporal.
Su ética hedonista también influyó en la economía política liberal durante la Ilustración, argumentando que el lujo y la búsqueda del placer privado podían beneficiar al público. En la década de 1730, escribió el poema "Le Mondain", elogiando la vida hedonista como positiva para la sociedad, en contraste con la visión cristiana tradicional. En su "Ensayo Sobre los Moeurs", junto a otros ilustrados, celebró el papel del comercio y la adquisición material en el progreso de la civilización. Aunque no fue un teórico económico como Adam Smith, Voltaire contribuyó significativamente a las discusiones filosóficas que colocaron la libertad y el hedonismo en el centro del pensamiento intelectual de su tiempo. Celebró el comercio y la adquisición material como impulsores del progreso civilizatorio. En correspondencia con Shank (2022), la libertad personal y filosófica, tema principal en la filosofía de Voltaire, se entrelaza con el escepticismo y la ciencia empírica como antídotos al dogmatismo y la autoridad perniciosa.
Escepticismo
Su escepticismo se derivó del renacimiento neopirrónico del Renacimiento, influenciado por Montaigne, cuyos ensayos fusionaron la duda con la construcción positiva de un yo basado en el escepticismo filosófico (Shank, 2022). Pierre Bayle también influyó considerablemente en Voltaire, quien insistió en el valor del escepticismo como postura filosófica completa y final por derecho propio. Criticó las tendencias filosóficas de Descartes, quien, según Voltaire, comenzó con el escepticismo pero lo abandonó en favor de proyectos filosóficos positivos. Conforme con Shank (2022), llamaba a estos proyectos “romances filosóficos”, argumentando que son ficciones más que filosofía y que la mejor explicación filosófica es a menudo no ofrecer ninguna.
Este escepticismo defendía la libertad, desafiando cualquier autoridad, incluso la sagrada (Shank, 2022). Las opiniones de Voltaire sobre la religión, como se revela en sus escritos privados, son complejas, y según estos textos, sería incorrecto etiquetar a Voltaire como ateo, o incluso como anticristiano, siempre que se acepte una comprensión amplia de lo que implica el cristianismo. Sin embargo, mantenía una postura firme contra la autoridad de la iglesia y el clero. Por razones similares, también se volvió hostil hacia los misterios sagrados que sustentaban la autoridad del Antiguo Régimen. En estos casos, en correspondencia con Shank (2022), el escepticismo de Voltaire sirvió para respaldar sus convicciones libertarias al desafiar estas "supersticiones" y la autoridad mediante la razón crítica.
Criticó también a figuras filosóficas como René Descartes, Malebranche y Leibniz, destacando que su defensa del escepticismo y la libertad era la fuerza motriz principal, más que una oposición a la religión (Shank, 2022). Desde esta perspectiva, se puede comparar a Voltaire de manera fructífera con Sócrates, quien también rechazaba posiciones filosóficas sistemáticas y admitía su ignorancia. Ambos definieron la filosofía como una herramienta para liberar a los individuos del dogmatismo autoritario y los prejuicios irracionales. Sin embargo, mientras Sócrates promovía la dialéctica rigurosa, Voltaire veía este racionalismo como el núcleo del dogmatismo que intentaba superar. De acuerdo con Shank (2022), Voltaire a menudo usaba la sátira y el ingenio para desacreditar la dialéctica filosófica, considerando estos métodos esenciales para socavar el sofismo que sostenía la filosofía tradicional.
Ciencia Empírica Newtoniana
Voltaire, en oposición al escepticismo riguroso y al conocimiento sofístico, propuso una ciencia empírica cuidadosa como solución (Shank, 2022). Influenciado por el newtonianismo, Voltaire criticó los romances filosóficos imaginativos, una crítica que se originó con los newtonianos ingleses y holandeses, muchos de ellos hugonotes franceses expatriados. En su “Principia Mathematica”, Newton describió matemáticamente y empíricamente el comportamiento de los cuerpos celestes y terrestres. Newton, al ser cuestionado sobre cómo los cuerpos actuaban según sus demostraciones matemáticas y empíricas, respondió: “No fingo hipótesis”. Sin embargo, según Shank (2022), la principal innovación filosófica de Newton desafió esta base epistemológica.
La defensa de la posición de Newton, especialmente por Voltaire, fue central en el cambio filosófico del siglo XVIII (Shank, 2022). La epistemología newtoniana se basó en un nuevo escepticismo sobre los relatos racionalistas a priori y en la afirmación de hechos empíricos como comprensión válida. Los filósofos naturales europeos del siglo XVII descartaron la metafísica y física de Aristóteles introduciendo una nueva causalidad mecánica que explicaba el mundo a través de mecanismos de materia inerte. Este enfoque llevó al relato vortical de la mecánica celestial, donde los cuerpos nadaban en un mar etéreo que empujaba y tiraba de los objetos. Shank (2022) menciona que, aunque no se pudo observar el mar etéreo ni otros agentes del cosmos mecánico integral, la racionalidad dictaba que debían existir para evitar volver a las causas ocultas y principios teleológicos aristotélicos.
Descubrir estos mecanismos y su funcionamiento fue la tarea de la nueva filosofía natural mecánica del siglo XVII, con figuras como Descartes, Huygens y Leibniz. Newton señaló la filosofía natural en una nueva dirección (Shank, 2022). Newton dirigió la filosofía natural hacia un análisis matemático basado en hechos empíricos, criticando tanto a la filosofía aristotélica como a la mecánica vórtica por no adherirse estrictamente a los hechos empíricos. Los newtonianos argumentaron que la filosofía natural debía centrarse en lo empíricamente demostrable y no en imaginaciones racionales. Además, defendieron que aceptar la verdad empírica, aunque brutal, no era un fracaso filosófico sino una muestra de rigor. De conformidad con Shank (2022), tales batallas epistemológicas se intensificaron con la teoría de la gravitación universal de Newton, que describía matemáticamente la atracción entre cuerpos según sus masas y la distancia entre ellos.
En el siglo XVIII, la descripción matemática y empírica de los cuerpos en movimiento generó debates filosóficos. Críticos como Leibniz argumentaron que la descripción matemática no era suficiente para explicar la gravedad. Los defensores de Newton, sin embargo, afirmaron que las descripciones fenomenales eran adecuadas mientras se basaran en hechos empíricos. Aunque no se habían establecido hechos explicativos sobre la gravedad, aceptaron la teoría de Newton. En correspondencia con Shank (2022), Voltaire también participó en estos debates, promoviendo la epistemología newtoniana en Francia y Europa.
Tanto Hume como Voltaire compartieron escepticismo hacia la filosofía racionalista y adoptaron el criterio newtoniano que consideraba los hechos empíricos como la base de la verdad filosófica (Shank, 2022). Sin embargo, el objetivo de Hume siguió siendo la filosofía tradicional, y su contribución fue extender el escepticismo hasta el punto de negar la viabilidad de la filosofía trascendental en sí. Este argumento despertaría los sueños dogmáticos de Kant y conduciría a la reconstitución de la filosofía trascendental en nuevos términos, pero Voltaire tenía diferentes peces que freír. Según Shank (2022), su apego fue a los nuevos científicos empíricos newtonianos, y aunque él mismo nunca fue más que un científico diletante, su devoción a esta forma de investigación natural lo convirtió en algunos aspectos en el principal defensor filosófico e ideólogo de la nueva concepción empírica - científica de la filosofía que Newton inició.
Voltaire, junto con otros pensadores newtonianos del siglo XVIII, se dedicó a defender la ciencia empírica como alternativa a la filosofía natural tradicional (Shank, 2022). A diferencia de Hume, Voltaire promovió la inducción empírica y el razonamiento experimental como base epistemológica de la filosofía moderna ilustrada. En su obra "Cándido", Voltaire criticó el optimismo filosófico, argumentando que era resultado de desligar la razón de los hechos empíricos. Como alternativa, propuso una vida enfocada en tareas simples con fines prácticos y útiles, alineándose con el discurso utilitario de los newtonianos. Sus campañas públicas, incluyendo la promoción de la inoculación contra la viruela en sus "Lettres philosophiques", se fundamentaron en hechos empíricos para combatir prejuicios y entendimientos preestablecidos. Conforme con Shank (2022), esta aproximación reflejaba la profunda influencia del newtonianismo en su filosofía.
Hacia la Ciencia sin Metafísica
Voltaire jugó un papel crucial en la relación entre ciencia y filosofía durante la Ilustración, criticando la metafísica y abogando por su eliminación de la ciencia (Shank, 2022). En el centro de las innovaciones newtonianas en filosofía natural estaba el argumento de que las preguntas del cuerpo per se eran irrelevantes o distraían de una ciencia natural bien enfocada (Shank, 2022). Siguiendo las ideas de Newton, Voltaire argumentó que la física debería centrarse en efectos empíricos medibles, evitando especulaciones sobre lo invisible. De acuerdo con Shank (2022), esta eliminación de la metafísica de la física fue fundamental para la postura newtoniana general hacia la ciencia, pero nadie luchó más vigorosamente por ella, o hizo más para aclarar la distinción y darle una audiencia pública que Voltaire.
En la década de 1740, Voltaire se opuso a los esfuerzos de Du Châtelet por reconciliar la metafísica leibniziana con la física newtoniana (Shank, 2022). En el mismo período, publicó "La Metafísica de Newton", celebrando la ausencia de especulaciones metafísicas en el trabajo de Newton. También acusó a Leibniz de ser engañado por su celo por hacer de la metafísica la base de la física. De conformidad con Shank (2022), en la edición definitiva de 1745 de sus “Éléments de la Philosophie de Newton”, Voltaire también adjunto su tratado sobre la metafísica de Newton como introducción del libro, enmarcando así su propia comprensión de la relación entre la metafísica y la ciencia empírica en oposición directa a la comprensión Leibniziana de Châtelet de la misma.
Durante la década de 1750, Voltaire criticó a Maupertuis por su giro hacia enfoques metafísicos en física, defendiendo vigorosamente la separación entre razonamiento metafísico y trabajo científico (Shank, 2022). Su enfoque contribuyó de manera significativa a dos tendencias filosóficas posteriores: la filosofía trascendental de Kant y la marginalización de la metafísica a través del positivismo filosófico. Además, su legado consolidó la percepción de un vínculo entre la ciencia positivista y la secularización. De esta manera, en correspondencia con Shank (2022), Voltaire debe ser reconocido como el pionero de una tradición filosófica que se extiende desde él hasta Auguste Comte y Charles Darwin, y luego hasta Karl Popper y Richard Dawkins en el siglo XX.
El Seudónimo “Voltaire”
El origen del seudónimo "Voltaire", adoptado por François - Marie Arouet en el año 1717, es objeto de múltiples teorías (Montagud Rubio, 2020). Una versión sugiere que deriva del apelativo cariñoso "Petit Volontaire" usado en su infancia. Sin embargo, la hipótesis más verosímil propone que es un anagrama de "AROVET L(E) I(EUNE)", versión estilizada de "Arouet, le Jeune. Otras teorías incluyen: el nombre de un feudo materno, un sintagma verbal en francés antiguo que significa "deseaba hacer callar", o una variación de "revoltair" (revoltoso). En cualquier caso, Montagud Rubio (2020) menciona que, en el año 1717, el joven Arouet adopta el nombre de Voltaire tras un arresto, posiblemente combinando varias explicaciones.
Referencias
Cartwright, M. (2023). Voltaire. World History Encyclopedia. https://www.worldhistory.org/Voltaire/
Montagud Rubio, N. (2020, noviembre 4). Montesquieu: Biografía de Este Filósofo Francés. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/montesquieu
Shank, J. B. (2022). Voltaire. Stanford.edu. https://plato.stanford.edu/Entries/voltaire/#Lib
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